Obesidad infantil
Augusto Corro miércoles 29, Jul 2020Punto por punto
Augusto Corro
México ocupa el primer lugar en obesidad infantil en el mundo y no hay manera de sacudirse ese mal. Sobran las buenas intenciones para enfrentarlo y nada más. Los proyectos ahí están, pero nadie los lleva a la práctica, no interesa el problema a pesar del número de enfermedades que se derivan del exceso de grasa en el cuerpo. Las autoridades apenas si se esmeran en orientar a la población sobre los mejores hábitos alimenticios. Azúcar, sal y harinas en abundancia tienen a los mexicanos con elevadas posibilidades de padecer enfermedades del corazón, diabetes y obesidad. Estas afecciones crónicas propiciaron también el desarrollo de la pandemia del coronavirus (Covid-19).
Los gobiernos van y vienen y ninguno pudo resolver el problema de la obesidad infantil que está relacionado con la pobreza, la falta de información para orientar el consumo correcto de alimentos y el desinterés de las autoridades para evitar la venta indiscriminada de productos cargados de azúcar, sal o grasa. Después de años de la venta de productos “chatarra”, ahora se advierte en los envases el grado de ingredientes dañinos a la salud. Estas medidas son insuficientes, pues algunas empresas tienen cautivo el mercado con sus productos.
En diferentes ocasiones se iniciaron campañas contra la obesidad en niños y adultos sin resultados positivos. Pocas fueron las escuelas que respetaron la prohibición de la venta de comida “chatarra” en sus instalaciones. A los propietarios de expendios de bebidas, de taquerías, etc., no les interesó vender productos sanos para la salud. Tampoco la población de escasos recursos económicos lo pensaba mucho para consumir lo barato, lo que alcanzaban a comprar con sus raquíticos recursos económicos sin importarle el exceso de calorías, de sal o de harinas. En algunas zonas de nuestro territorio, el refresco recargado de calorías y el pan son la dieta principal de las personas azotadas por la pobreza.
La población mexicana en materia de obesidad infantil se encuentra a la deriva. No es suficiente saber que México es el primer lugar con ese tipo de afección en los niños. Es necesario implementar campañas de orientación para rescatar a los menores de los hábitos dañinos que tarde o temprano sufren los estragos en su salud. También es tiempo de frenar la ingesta de alimentos “chatarra” en la población. No es y no será fácil; pero algún día se tiene que empezar a combatir todo aquello que daña a la niñez mexicana y a la sociedad en general.
En el Reino Unido se inició un plan contra la obesidad que incluye restricciones en publicidad de comida “chatarra” y transparencia sobre las calorías, tras la publicación de un estudio que se refiere al sobrepeso como uno de los factores que agravan la Covid-19. El ministro de Sanidad británico dijo: “Sabemos que la obesidad acentúa el riesgo de las enfermedades y de morir por el coronavirus, por este motivo es vital que adoptemos las medidas para mejorar la salud de nuestra nación y proteger el NHS (sanidad pública británica). La campaña “En mejor salud”, impulsada por el gobierno inglés invitará a la gente que adopte un estilo de vida más sano y que pierda peso, si lo necesita.
Concretamente, en el plan contra la obesidad incluyen la prohibición de los anuncios televisivos y en internet de la comida “chatarra” antes de las 21 horas, un horario “en que los niños son más susceptibles de verse expuestos; además de la obligación para los restaurantes y cadenas de comida rápida con más de 250 empleados de precisar el número de calorías en sus menús. Además, los supermercados tendrán que acabar con sus promociones de alimentos grasos y azucarados y se prohibirá que ubiquen estos productos en espacios claves de las tiendas, como delante de las cajas o en la entrada”. ¿Usted qué opina amable lector?