Resucitar a Morena
Augusto Corro martes 27, Oct 2020Punto por punto
Augusto Corro
Claro que la incertidumbre continuará en el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) aunque ya cuente, por fin, con un líder. Son múltiples los problemas que enfrenta esa organización política que quedó sin cabeza desde hace dos años cuando su dirigente y fundador, Andrés Manuel López Obrador, asumió el poder como Presidente de la República. A partir de esa fecha Morena se durmió en sus laureles de los que despertó cuando se decidió elegir a su nuevo dirigente. No fue fácil para un partido, siempre conflictivo, nombrar a su presidente del Consejo Ejecutivo Nacional. La pugna interna se desató y llegó el divisionismo que nunca pudieron erradicar.
El diputado Mario Delgado fue el ganador de las encuestas realizadas para seleccionar al líder morenista. Las autoridades electorales confirmaron el triunfo del legislador ante la inconformidad del adversario, también diputado, Porfirio Muñoz Ledo. Ambos políticos no se limitaron en sus declaraciones incendiarias que el enfrentamiento reflejó un odio oculto difícil de sacudirse. Se lanzaron acusaciones en las que descalificaban su honestidad y honorabilidad. El pleito estuvo en niveles muy bajos, no propios de militantes de un mismo partido y compañeros de lucha. Ninguno guardó prudencia alguna.
A recoger el basurero
En esa situación de crisis interna, el nuevo dirigente, Mario Delgado, deberá armarse de una escoba para barrer los estropicios que propició la pugna por el poder. El líder deberá sacudirse todo lo negativo que produjo la lucha fratricida que apenas empieza. Ya sabemos de la inconformidad de Muñoz Ledo que, debido a su forma de actuar y de pensar, la puede llevar muy lejos. Lo interesante será conocer hasta donde está dispuesto a llegar el veterano político y su indiscutible experiencia, pues tiene en su récord los dos cargos más importantes en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Para nadie es un secreto que Morena, sin su líder moral, Andrés Manuel López Obrador, es un partido del montón. Será responsabilidad de Delgado resucitar el partido y colocarlo en condiciones de competir en las elecciones intermedias del próximo año. Dijo, en sus primeras declaraciones tras confirmar su triunfo, que de inmediato se asignará tareas para mover al partido y sacarlo del pleito. Sobre la derrota de los candidatos morenistas en las elecciones recientes en Coahuila e Hidalgo dio que el mensaje fue muy claro: “el dinosaurio sigue ahí, a los hampones no ha llegado la transformación. Por eso debemos hacer una estructura electoral y una selección de candidatos transparente”, con miras a la contienda politica del próximo año.
Las elecciones intermedias
Como les informamos en este espacio, se votará por 500 nuevos diputados y 15 gobernadores. El diputado Mario Delgado también informó que hará una gira nacional de inmediato para arrancar los comités de defensa de la Cuarta Transformación (4-T) para que de ahí surjan los comités seccionales y distritales, así como la estructura electoral de promoción al voto. De las declaraciones del nuevo dirigente se confirmó que Morena iba sin rumbo. Perdió la brújula hace dos años y para encontrar el camino correcto no será fácil. En tiempos de crisis en materia de salud, economía y criminalidad, los electores votarán por el partido que hizo el mejor papel. En estos temas, Morena no sale bien librado. Basta con informarse de los decesos y contagios por Covid-19; y de los daños del virus en una economía que ya estaba en pésimas condiciones. Por otra parte, la espiral de violencia crece cada día, a pesar de los mensajes de las autoridades que se refieren a escenarios donde no sucede nada. ¿Y la ola de feminicidios?
Son pues, como señalamos arriba diferentes problemas que deberá resolver el líder Delgado, incluida la lucha por la sucesión presidencial. Del enfrentamiento entre el citado dirigente y Muñoz Ledo salieron a relucir las ambiciones de los morenistas que quieren ser presidentes de la república. Delgado, según se vio, es el representante del grupo que encabeza el canciller Marcelo Ebrard; y Muñoz Ledo, el de la jefa del Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum. Con sus posiciones definidas, el pleito de las facciones será un dolor de cabeza permanente para Delgado. ¿Usted qué opina amable lector?