El ego inflado de “Alito”
Armando Ríos Ruiz lunes 19, Sep 2022Perfil de México
Armando Ríos Ruiz
Después de la traición de Alejandro Moreno, dirigente nacional del PRI, a la alianza Va por México, al mostrarse obediente con los deseos del Presidente de la República, en la incorporación de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional, que convierte a una policía de corte civil en militar, ahora trata de culpar al PAN y al PRD de la ruptura que podría ocasionar su decisión.
Ha dicho con una razón a medias, que los otros dos partidos serán responsables si se rompe la coalición y es cierto. Porque a final de cuentas, la presencia del tricolor es importante en la medida en que puede aportarle fuerza. Es responsable si no se actúa de otra forma y si los priistas se dejan sorprender por tales afirmaciones, que buscan parecer inteligentes y necesarias.
Afirma que el PRI no necesita de nadie para ganar. Pretende jugar dos juegos a la vista de todos: El de la traición y el de convencer de que él es un súper dotado como político y que tiene fibra de sobra para obtener triunfos electorales, cuando una cantidad impresionantes de mexicanos saben que está a las puertas de la tumba. Además, con los empujones que le da su presidente, que también huele a prisión, si el que manda no le arroja la tabla de salvación.
No conforme con el triste papel de Judas que juega, invita a los coaligados en la alianza, a participar en su jugada. A sumarse con él para cooperar con Morena. Para apoyar su traición que de manera enfermiza exhibe como normal. Mientras, mucha gente observa, incluidas organizaciones internacionales, que la Guardia Nacional provocará serios problemas a la vida de México. Que sea el Presidente el que invita, no es sorpresa. Ya no sorprenden sus exabruptos.
La solución para sacudirse a este superhombre y para reducirlo a su tamaño real, sería su salida de la Presidencia del PRI y nombrar inmediatamente al sustituto. Los aliados tendrán entonces que negociar de nueva cuenta con el sustituto y los sustitutos, ya que no se iría solo. No es fácil, pero no se vislumbra otra alternativa. Por lo pronto, ya está en marcha esta opción.
Se sabe que en todo el país, su actitud provocó molestia. También se sabe que ya se busca un subterfugio en los estatutos del tricolor, para adelantar su salida, que de manera normal sería el año próximo y anormal, si consigue una prórroga como desea, para continuar enseñoreado.
En una conferencia de prensa, “Alito” enfatizó que la Alianza continúa firme. En un acto de soberbia, aseveró: “Nosotros estamos con la razón, porque hoy lo que necesita el pueblo de México son resultados”. Ciertamente, el pueblo desea resultados, pero no provenientes del PRI, al que perdió la confianza desde hace varios años, gracias al comportamiento de corruptos irrefrenables y cínicos. Principalmente el que observó la última administración priista. Incluido él mismo, que ahora hincha el pecho para decirse salvador.
En esa conferencia mencionó que el PRI puede ganar elecciones sin la Coalición Va por México. Pero una encuesta del Financiero arroja resultados adversos. Dice que por lo pronto, la intención de voto para jefe de Gobierno de la Ciudad de México no le es favorable. Dicho sondeo da 40 por ciento a favor de Morena, 22 por ciento para Acción Nacional y sólo 12 por ciento para el otrora partido aplanadora Revolucionario Institucional.
Los resultados contradicen al inflado presidente tricolor. Lo dice el propio medio que realizó la encuesta. Agrega que la candidata de la alianza, Xóchitl Gálvez, alcanzó 19 por ciento. Otros aspirantes, todos alcaldes de diferentes circunscripciones, tienen un porcentaje que va de 13 hacia abajo.
El trabajo realizado por “El Financiero” prevé que debe conformarse una fuerza opositora sólida, que podría erigirse en ganadora. Pero es obvio que Alejandro Moreno debe quedar afuera de la dirigencia, toda vez que ya exhibió su debilidad ante el Presidente del país, que engendró una gran desconfianza no sólo a sus correligionarios, sino a la ciudadanía conformada por muchos millones de mexicanos, que ven como un peligro serio la continuidad de Morena.