Las estrellas 28 y 51
Alberto Vieyra G. martes 11, Oct 2022De pe a pa
Alberto Vieyra G.
En diciembre de 1845, Texas, nuestra querida Texas, fue tragada por el imperio norteamericano para conformar la estrella número 28 del país de las barras y las estrellas. Antes, los gringos zopiloteaban Texas desde 1810, cuando amenazaban en invadir a México con 40 mil soldados.
Los apetitos expansionistas del imperio se manifestaron después de que, en 1803, Napoleón Bonaparte Ramolino vendió a gringolandía la Luisiana, territorio de más de 14 millones de kilómetros cuadrados en 15 millones de dólares, con lo cual Texas ya colindaba con Estados Unidos y como era un territorio riquísimo, en diciembre de 1835, se desataría la guerra de Texas ganada por un grupo de mercenarios rebeldes norteamericanos que habían invadido por sus pistolas el territorio texano. Después de 13 días de moquetes el general mexicano Martín Perfecto Cos se rindió, pero la capitulación no fue reconocida por Antonio López de Santa Anna, quien intentó recuperar Texas, pero cayó prisionero en el Álamo y de ahí pal´real se producirían una serie de inconfesables traiciones por parte de algunos mexicanos mal nacidos, entre ellos Lorenzo Antonio de Zavala quien se convertiría en vicepresidente de Texas antes de que Estados Unidos la anexará a su territorio como la estrella número 28.
¿Por qué hago historia? Mire usted.
Casi dos siglos después, el territorio zacatecano parece estar a punto de convertirse en la estrella número 51 del país de las barras y las estrellas. ¿O será todo México? Perdóneme lo mal pensado, pero México está como está porque siempre ha sido víctima de mexicanos traidores y mal nacidos.
“Estoy aquí para trabajar con el gobernador David Morenal y el gobierno federal en esto de la seguridad”, esa sería la declaración del embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar quien ni tardo, ni perezoso anunciaría la semana pasada en Zacatecas que el gobierno norteamericano le echara toda la carne al asador para pacificar esa entidad de la nación azteca, valiéndose de estrategas de la CIA, la DEA, el FBI y otras fuerzas de inteligencia norteamericana. ¿También células del ejército gringo?
Pero usted y yo nos preguntamos: ¿Quién demonios pidió mariachis, el inepto Monreal o de Palacio Nacional? ¿Estamos ante una nueva humillación contra el Ejército mexicano y la pomposa Guardia Nacional o será que nuestros juanes tampoco pueden y están pidiendo vejigas para nadar?, ¿Dónde está el antiyanquismo de AMLO? Pues, ¿no que somos una nación soberana e independiente que no acepta la intromisión de ningún gobierno extranjero? ¿Dónde está el supuesto nacionalismo de AMLO o será que acepta que el gobierno gringo “ayude” a un gobierno de extracción morenista porque sus múltiples enfermedades ya no le permiten ni siquiera dar abrazos, mucho menos balazos?
Lo ocurrido en Zacatecas es francamente deplorable y preocupante. Habrá que decirle al presidente AMLO, que el inepto David Monreal ya les abrió la puerta a los gringos quienes se meterán hasta la cocina y quiero ver cómo los van a sacar porque los gringos no dan paso sin huarache, son corruptos por naturaleza y sólo buscan a sus contrapartes corruptos para hacer una mancuerna ponzoñosa.
No hace falta ser un genio para entender que la probable estrategia que usen los gringos dará prontos resultados en la pacificación de Zacatecas porque los malvados huirán al más puro estilo del efecto cucaracha y con esa justificación de un estado pacificado, querrán meterse en todo México y ya encarrilados, pues anexarse el territorio azteca, aquél que en 1848, no quisieron anexárselo completamente porque según los negociadores de los Tratados de Guadalupe Hidalgo, “en México hay muchos pinches indios”. ¿O será que ya los exterminaron?