Un elefante y una hormiga
Alberto Vieyra G. martes 3, Ene 2023De pe a pa
Alberto Vieyra G.
“México tendrá un sistema de salud de primer mundo como Dinamarca”. Desde el 17 de octubre de 2018, Andrés Manuel López Obrador, ya como Presidente electo, fanfarroneo en Tamaulipas que México tendrá un sistema de salud igualito como los que tienen Inglaterra, Dinamarca o Suecia. Y desde entonces, suman más de una docena de veces que nos acatarra con el mismo cuento guajiro.
Y la última vez que hablo, otra vez en campaña electoral fue el pasado 27 de diciembre, víspera de los Santos Inocentes, asegurando que “para diciembre del 2023 México será otra Dinamarca en materia de salud”. ¡Mentira tan colosal! AMLO está comparando a un elefante con una hormiguita. México es un elefante con una población de 130 millones de habitantes y con una deficiente cultura de salud, mientras que Dinamarca es una nación de tan sólo 7 millones de habitantes, pero con una acendrada cultura en materia de salud pública.
En Dinamarca, los médicos de primer contacto ganan en promedio 166 mil pesos mensuales; mientras que, en México, van de los 12 mil a los 25 mil pesos mensuales. En el caso de los médicos especialistas, lo que el IMSS ofrece a los actuales médicos especialistas son sueldos no mayores de 42 mil pesos y en el caso de los médicos que trabajan para Pemex ganan sueldos pichurrientos, a los que este fin de año les otorgaron aguinaldos de 2 mil pesos.
¿No cree usted que, para copiar el sistema de salud de Dinamarca, sería bueno acabar con el negrerismo y malinchismo del Presidente de la República que por cuestiones políticas y no de salud, contrata a médicos cubanos en lugar de privilegiar el formidable talento mexicano ofreciéndole a los galenos y demás personal hospitalario sueldos dignos y condiciones de trabajo que no violen sus derechos humanos, como es el caso de los médicos de Pemex?
En Dinamarca, los hospitales están extraordinariamente equipados con materiales quirúrgicos de primera, el abasto de medicamentos es también de primer orden; mientras que en México, no hay ni mejoralitos, jeringas o cualquier otro instrumental con el que médicos y enfermeras puedan hacer sus trabajo con pulcritud y en el caso de la medicina privada, ejercer una rigurosa supervisión para no se repitan casos como el de los hospitales cochinos en Durango, donde por falta de higiene han muerto ya 29 o 30 personas y más de 70 siguen en observación y en el filo de la navaja porque fueron infectados de meningitis.
¿Cómo el elefante, México podrá emular a la hormiguita de Dinamarca, si AMLO de entrada, canceló el Seguro Popular y creó un engendro llamado Insabi que sirvió pa’ maldita la cosa y, por si fuera poco, desmanteló todo el aparato de distribución de medicamentos, principalmente oncológicos que ha dado como resultado una mortandad de más de 2 mil 500 niños y otros tantos adultos de los que muy poco se habla?
En Dinamarca, se tiene un promedio de vida de 83 años, mientras que en México, el promedio de vida es de 75 años. En Dinamarca no falta una sola vacuna, mientras que en México faltan todas y las pocas que hay se racionan o por cuestiones políticas se aplica en este momento a muy poca gente que acude porque se trata de una vacuna cubana llamada Abdala que no ha sido autorizada por la Organización Mundial de la Salud ni la Organización Panamericana de Salud.
México era líder mundial en la fabricación y distribución de vacunas. Pero, ese ejemplo tradicional se perdió desde que AMLO llegó al poder para darle en la torre a todo el sistema de salud.
A vuelo de pájaro, son solo algunas de las diferencias entre un elefante y una hormiguita y como dicen allá en mi tierra, “de lengua me acabo un plato y de chile un molcajete”. AMLO está en campaña electoral rumbo a las presidenciales de 2024, y equiparar a México con Dinamarca en materia de salud en un año, es un auténtico disparate electorero. Creer en AMLO es mejor creer en los huevos de gallo.