Masacre en Veracruz
Augusto Corro jueves 22, Sep 2011Punto por punto
Augusto Corro
¿Qué pasa en Veracruz? Es la pregunta que surge a raíz de la espiral de violencia que se acentuó con la llegada del nuevo gobernador, Javier Duarte.
Los hechos sangrientos se multiplican y las autoridades veracruzanas se muestran incompetentes para frenar las acciones delincuenciales.
Anteayer en la tarde, fueron abandonados 35 cadáveres de 12 mujeres y 23 hombres, identificados como miembros del cártel de “Los Zetas”.
Sin mayor problema, los asesinos detuvieron el tránsito vehicular en un paso a desnivel frente a la plaza comercial Las Américas, la más concurrida del municipio de Boca del Río. Los cuerpos sin vida de las víctimas fueron llevadas al mencionado lugar a bordo de camionetas de redilas.
Los delincuentes tuvieron el tiempo suficiente para descargar las camionetas y dejar los cadáveres sobre el pavimento.
Después de esa acción macabra, los desconocidos huyeron en tres camionetas de lujo. Según las primeras informaciones, los responsables de la masacre pertenecen al cártel de narcotraficantes denominado Jalisco Gente Nueva.
Este hecho sangriento se viene a sumar a la fuga masiva de presos en tres reclusorios veracruzanos. Los internos purgaban condenas por delitos relacionados con los fueros común y federal.
También se deben incluir las muertes de varios periodistas en aquella entidad. La última víctima fue la comunicadora Yolanda Ordaz de la Cruz, del periódico “Notiver”. Los delincuentes la levantaron, la mataron y decapitaron.
Ella investigaba el asesinato de otro colega, el columnista, Miguel Ángel López Velasco, quien fue ultimado a tiros junto con su esposa y su hijo, reportero gráfico. Anteriormente, otro comunicador, Noel López Olguín, fue asesinado e inhumado clandestinamente.
De acuerdo con notas informativas, el 9 de agosto y por segunda ocasión en dos semanas, una granada de fragmentación fue arrojada frente al palacio municipal de Tuxpan, con saldo de una mujer herida. El 14 de agosto se registró una balacera en la zona conurbada de Boca del Río-Veracruz, en la última semana del periodo vacacional de verano. También ese día, un grupo armado hizo estallar una granada frente al acuario de Boca del Río. Entre los heridos estaban cuatro menores.
Mientras la delincuencia aprovecha la impunidad que goza en Veracruz, el gobernador se encuentra empeñado en frenar a los “tuiteros” que le hacen pasar malos ratos, porque el funcionario no quiere que las redes se enteren del terror que viven los veracruzanos, temerosos de la ola sangrienta que baña esa entidad.
De tal manera, que el Congreso local aprobó una nueva ley que incluye la creación del delito de perturbación del orden público, que va contra aquellos que le den mal uso a sus teléfonos, con informaciones o noticias en las redes que no sean del agrado del mandatario estatal.
Como señalamos arriba, el lugar donde fueron abandonados los 35 cadáveres, se encuentra a pocos metros del Centro de Convenciones del World Trade Center (WTC), lugar en el que se efectúa el Encuentro Nacional de Presidentes de Tribunales Superiores y Procuradores Generales de Justicia.
En fin, la pregunta obligada es la siguiente: ¿Veracruz correrá la misma suerte que otras entidades, como Chihuahua, Tamaulipas, Nuevo León, Sinaloa, Michoacán, Guerrero y Morelos, en las que impera la ley de la selva y los narcotraficantes se sienten como en casa? El gobernador tiene la palabra.
NARCO, EN LA POLÍTICA
El Partido Verde Ecologista Mexicano (PVEM) participó, en las elecciones federales pasadas, con un candidato identificado como Saúl Solís Solís “El Lince”, lugarteniente en la organización criminal conocida como “Los Caballeros Templarios”. Este cártel vino a sustituir a “La Familia Michoacana”.
“El Lince” fue capturado por elementos del Ejército mexicano. Se le acusa de estar inmiscuido en la delincuencia organizada, así como delitos contra la salud, portación de armas de fuego de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas y homicidio calificado.
“El Lince” jugó como candidato verde a una diputación federal por el distrito electoral de Apatzingán, Michoacán. Obtuvo 11 mil 413 votos, contra 23 mil 650 del PRD, 18 mil 397 del PAN y 18 mil 118 del PRI.
¿Quién es “El Lince”? Pues ni más ni menos, que uno de los hombres fuertes de la narcoldelincuencia en Michoacán. De acuerdo con su ficha policiaca, Solís Solís inició su carrera delictiva con “La Familia Michoacana”. Era el encargado del control de la siembra y cosecha de enervantes, tráfico de droga y manejo de laboratorios clandestinos, extorsiones, secuestros y homicidios en los municipios de La Huacana, Ario de Rosales, Nuevo Urecho, Tacámbaro y Turicato, así como en el Estado de México.
Además, en sus tiempos libres, “El Lince” se desempeñaba como funcionario público. Para tal fin, trabajó al frente de la Dirección de Seguridad Pública de Turicato, de 2003 a 2005.
El multicitado Solís Solís también es señalado como presunto responsable de diversos ataques a las instalaciones de la policía federal en los municipios de Lázaro Cárdenas, Uruapan, Apatzingán y Morelia, realizados el 9 de diciembre de 2009; además es acusado de participar en la agresión contra personal militar el 1 de mayo de 2007, en Carácuaro. En ese hecho perdieron la vida un coronel y cuatro elementos de tropa. La Procuraduría General de la República (PGR) ofrecía 15 millones de pesos por la cabeza del “caballero templario”.
Ahora, el Partido Verde tendrá que explicar ampliamente, cómo es que un narco del primer nivel logró figurar como candidato a ocupar una curul en San Lázaro. La organización política mencionada, es la que ganó muchos votos porque planteaba la pena de muerte para los secuestradores. ¿Qué opinión le merecerá “El Lince”, ahora que conoce la historia de su vida?