Confirma Fiscalía de Michoacán que el asesino material del alcalde de Uruapan tenía apenas 17 años
Seguridad jueves 6, Nov 2025- Estaba relacionado con el CJNG
- En el asesinato de Carlos Manzo “participaron más de dos personas”

Víctor Manuel Ubaldo Vidales, de 17 años de edad, oriundo del vecino municipio de Paracho, fue identificado como el autro material del asesinato del alcalde Carlps Manzo Rodríguez.
La Fiscalía General del Estado (FGE) de Michoacán confirmó identificación del cuerpo del homicida de Carlos Alberto Manzo Rodríguez, ex presidente municipal de Uruapan. Se trata de Víctor Manuel Ubaldo Vidales, de 17 años de edad, oriundo del vecino municipio de Paracho, quien estaría vinculado con el crimen organizado.
El cuerpo del menor fue reconocido y reclamado por sus parientes la tarde del miércoles. La familia del atacante reconoció que éste se había ausentado de su casa desde hace una semana antes de los hechos fatídicos en el cengro de la ciudad de Uruapan.
“La tarde del 5 de noviembre, fue identificado y reclamado el cuerpo del autor material de este homicidio. Se trata de Víctor Manuel Ubaldo Vidales, de 17 años, originario y vecino del municipio de Paracho, Michoacán”, informó el Fiscal de Michoacán, Carlos Torres Piña, en un video publicado en redes sociales.
Torres Piña dio que Víctor Manuel N dio positivo a la prueba de rodizonato de sodio, un compuesto químico que, junto con otros ácidos, se usa en una prueba forense para detectar la presencia de residuos de plomo y bario, lo cual confirma que él fue quien le disparó en al menos seis ocasiones al alcalde. Estos mismos análisis, según el fiscal, han dado a conocer que el joven era adicto a la metafentamina, información que fue ratificado por sus allegados.
Además, el Fiscal de Michoacán confirmó que, a través de trabajos de inteligencia, en el asesinato de Carlos Manzo “participaron más de dos personas” y reiteró que en el homicidio “se encuentra relacionado con grupos de la delincuencia organizada”.
“Los trabajos de investigación se mantienen de forma coordinada entre autoridades federales y estatales. Agradecemos el respaldo y apoyo del Secretario Omar García Harfuch, así como su equipo. Este hecho no quedará impune”, concluyó el Fiscal de Michoacán.
Relación con el CJNG
El joven de 17 años estaba relacionado con el Cártel Jalisco Nueva Generación. El atentado, según fuentes al tanto de la investigación, había sido ordenado por esta organización criminal, que fue golpeada en agosto por el alcalde, cuando la policía local atrapó en un operativo a su líder, René Belmonte, alias “El Rino”.
La situación en Uruapan, uno de los municipios más importantes de Michoacán, que cuenta con 350,000 habitantes y se erige en el núcleo de la industria de los cultivos de aguacate en la región, ha empeorado en los últimos meses. Una fuente vinculada al caso menciona que “El Rino” era quien conducía el esquema de extorsión del CJNG en la zona, principalmente dirigida contra pequeños y medianos campesinos, incapaces de sufragar equipos de seguridad y protección, a diferencia de los grandes productores de la zona.
Reclutamiento de menores
En México, los cárteles de narcotráfico han reclutado anualmente entre 30 y 45 mil niñas, niños y adolescente, ofreciéndoles promesas de dinero rápido y protección, lo que lleva a personas jóvenes a integrarse a estos grupos criminales, por lo que están condenados a vivir rápido y morir jóvenes, ya que los cárteles los ven como un blanco fácil debido a su vulnerabilidad.
Actualmente no existen cifras oficiales sobre el reclutamiento de niñas, niños y adolescentes por parte del narcotráfico. Las tareas que estos grupos asignan a las niñas y los niños pueden ser de mensajeros o halcones, el tráfico y la venta de drogas o incluso cometer robos, extorsión y homicidio. Estas actividades delictivas deben ser tipificadas legalmente, ya que su reconocimiento en el marco jurídico permitiría sentar las bases para una política pública que enfrente de forma estructural este crimen. La tipificación permitiría contabilizar el número de carpetas de investigación y perfil de casos, además de visibilizar la magnitud del problema.
Algunas condiciones como la desvinculación del sistema educativo, la existencia de familiares encarcelados o detenidos, antecedentes familiares de consumo de drogas u otras adicciones, y la exposición a ambientes de violencia intrafamiliar grave, son factores aprovechados por los cárteles para reclutarlos.
Expertos en seguridad advierten que esta táctica sistemática de los cárteles se dirige a niños cada vez más jóvenes, quienes, en su búsqueda de estatus y pertenencia, caen en una trampa muchas veces mortal.
Conocidos como “pollitos de colores”, estos menores son desechables en un sistema que los ve como activos fácilmente reemplazables. Aunque la falta de datos precisos complica su seguimiento, se estima que hasta 45,000 niños han sido absorbidos por el crimen organizado en México, con un preocupante descenso en la edad de reclutamiento.
A pesar de los programas de Gobierno dirigidos a mantener a los niños alejados de las drogas y el crimen, los resultados son escasos. La historia de personas como Sol refleja la urgente necesidad de una respuesta colectiva que frene la espiral de violencia que consume a la juventud en México.










