Cae en Michoacán reclutador del crimen organizado
* Destacadas, Seguridad martes 25, Nov 2025
- Drogadictos, en la mira del narco
- Grupos delictivos aprovechan centros de rehabilitación para conseguir sicarios, “halcones” o vendedores de droga

Jaciel Antonio ‘N’, alias “El Pelón”, reclutador del asesino del alcalde Carlos Manzo, buscaba a candidatos en centros de rehabilitación para adicciones para convertirlos en sicarios y distribuidores de droga para el crimen organizado.
Las autoridades identificaron y detuvieron a Jaciel Antonio ‘N’, alias “El Pelón”, al que señalan como reclutador para células delictivas en Michoacán y responsable de enrolar a Fernando Josué Leal Aceves y Víctor Manuel Ubaldo Vidales para concretar el atentado contra el alcalde Carlos Manzo. El detenido buscaba a potenciales candidatos en centros de rehabilitación para adicciones para convertirlos en sicarios y distribuidores de droga para el crimen organizado.
Los investigadores rastrearon la información del grupo que vigiló y coordinó el plan para asesinar al presidente municipal. Los datos de los jóvenes que participaron en el crimen y la información de sus teléfonos los condujo a Jaciel Antonio ‘N’, de 36 años, al que interceptaron en un hotel de Uruapan, según un comunicado. El detenido enfrenta cargos por delitos de cohecho y contra la salud.
La Fiscalía de Michoacán precisó que “El Pelón” fue el encargado de sumar a las filas del crimen organizado a Víctor Manuel Ubaldo, de 17 años. Después de ser abatido por los escoltas de Manzo, sus familiares aseguraron al identificar el cuerpo que llevaba días sin aparecer por casa. Además, el fiscal Carlos Torres había señalado que el adolescente era adicto a la metanfetamina.
Centros anti-adicciones, semilleros del crimen organizado
Sin supervisión efectiva, los centros de rehabilitación para adictos al alcohol o a las drogas operan en la anarquía y la delincuencia organizada aprovecha estos anexos para reclutar sicarios, “halcones”, vendedores de droga o simplemente para ocultarse de las autoridades.
El asesinato del alcalde de Uruapan confirma la expansión de esta táctica, pues dos pariticipantes directos en el atentado fueron contactados por el Cártel Jalisco Nueva Generación en un anexo, de acuerdo a investigaciones.
El problema está reconocido, sin embargo, parece no interesar a las autoridades, solo a quienes están directamente relacionados con el fenómeno. Mientras tanto, el consumo de drogas como la marihuana y las metanfetaminas es tal, que en algunos estados del país ya desplazó a la ingesta de alcohol, sin que muchas de las personas adictas tengan acceso a un tratamiento adecuado.
Se trata de los centros de rehabilitación para adicciones, un gran pendiente del gobierno mexicano, pues lo consideran un paquete con el que ni los municipios, ni las entidades federativas o la Federación, están dispuestos a cargar. Menos ahora que se cerró la llave de los apoyos económicos a los organismos de la sociedad civil.
Frecuentes escenario de tiroteos
Los drogadictos que quieren dejar su adicción depositan su “esperanza” en centros de rehabilitación donde sin embargo arriesgan su vida, pues integrantes del narcotráfico van a buscarlos hasta allí, como ocurre en Guanajuato, el estado más violento de México, de acuerdo a cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), del gobierno federal.
Estos locales, muchos montados por ex consumidores de estupefacientes y varios de ellos irregulares, son frecuente escenario de tiroteos del crimen organizado, especialmente en ese estado del centro del país.
Algunos son buscados por narcomenudistas con los que mantienen deudas, explica Nicolás Pérez, quien dirige una red que agrupa a 180 centros de rehabilitación en Guanajuato.
Pérez señala que ha recibido llamadas extorsivas de presuntos criminales, quienes le piden que entregue a algunos de los internos de los centros que coordina. «Con todo el dolor», él busca a las familias de esas personas para que vayan por ellas.
Ni los líderes de estos centros están a salvo. Tres encargados de uno de ellos, popularmente llamados “anexos”, desaparecieron el 2 de junio, luego de participar en una reunión de la red que dirige Nicolás Pérez.
En otros casos los cárteles asesinan a los internos por sospechar que fueron reclutados por bandas rivales, añade por su parte David Saucedo, analista en temas de seguridad.
Guerra entre cárteles
El aumento en las adicciones en ese estado es resultado de la guerra que libran el cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), designado en febrero como «organización terrorista extranjera» por el gobierno de Estados Unidos, y la mafia local Santa Rosa de Lima, explica el analista David Saucedo.
«Entran en conflicto y para financiar esa costosa guerra de cárteles amplían su base de consumo», agrega.
Ambos se disputan el control de la red carretera que cruza Guanajuato y comunica con dos lugares clave para el trasiego de drogas: la frontera con Estados Unidos y el puerto de Manzanillo, en el Pacífico, destino de precursores químicos para fabricar drogas sintéticas provenientes de Asia.
Las bandas narcotraficantes también luchan por conquistar dos importantes mercados de estupefacientes, añade Saucedo. El corredor industrial, que alberga plantas de ensamblaje de autos como Mazda y Toyota, y la turística ciudad de San Miguel de Allende, frecuentada por viajeros estadounidenses.
En el marco de esa espiral violenta, Guanajuato fue el estado con más homicidios de México. En 2024, registró más de 3,000 asesinatos de un total de 30,000.











