La Cotorrisa bajo fuego: Guillermo Pous los defiende
* Destacadas, Espectáculos jueves 27, Nov 2025- Frente al movimiento #PrensaDigna y una acusación de abuso sexual
- Que Slobotzky y Ricardo Pérez enfrentan una campaña de «Censura Digital»

Guillermo Pous, reconocido abogado especialista en propiedad intelectual y asuntos de celebridades, defiende a los conductores de La Cotorrisa.
Por Arturo Arellano
En medio de una de las controversias más complejas que ha enfrentado el La Cotorrisa, el abogado Guillermo Pous Fernández, reconocido litigante especializado en asuntos de celebridades, ha tomado la representación legal de José Luis García Slobotzky y Ricardo Pérez Becerra, conductores de La Cotorrisa. Los comediantes enfrentan no solo una denuncia penal por presunto acoso sexual, sino lo que su defensa califica como una campaña sistemática de desprestigio orquestada bajo la etiqueta #prensadigna que, según Pous, ha rebasado los límites del ejercicio legítimo del periodismo.
Los orígenes de una
crisis mediática perfecta
Para entender la magnitud del conflicto que ahora enfrenta La Cotorrisa, es necesario retroceder a varios meses atrás. En febrero de 2025, los comediantes hicieron referencias sexuales sobre Jesica Bustos, esposa del influencer y comediante Xuxo Domínguez, en el episodio 308 de su podcast. Lo que comenzó como una broma dentro de su notoriamente irreverente estilo de humor rápidamente escaló cuando Xuxo Domínguez reaccionó públicamente. A pesar de que La Cotorrisa eliminó el segmento problemático, la situación continuó fermentando durante meses.
En septiembre de 2025, el conflicto cambió de dimensión radicalmente cuando Jesica Bustos acudió formalmente a la Fiscalía de la Ciudad de México para presentar una denuncia penal por acoso sexual en contra de Ricardo Pérez, Slobotzky e Iván Mendoza, quien también participa frecuentemente en el podcast. Bustos argumentó que los comentarios la afectaron profundamente en su autoestima, honor e integridad «Se presentó una denuncia en contra de unos creadores de contenido por el delito de acoso sexual, la carpeta se encuentra en integración. Esta situación me ha afectado bastante a mi familia, mi honor, mi integridad, mi autoestima y es por eso que decidí realizar esto», declaró en ese momento.
Guillermo Pous y la
«Violencia Mediática»
Guillermo Pous, quien ha representado a figuras de la talla de Luis Miguel, Aracely Arámbula y la sucesión de Marco Antonio Solís, entre muchas otras celebridades, articuló la estrategia legal y en entrevista exclusiva para DIARIO IMAGEN, fue contundente en su análisis de la situación, describiendo lo que ve como dos circunstancias que se entrelazaron de manera problemática.
«Son dos circunstancias diferentes que acabaron uniéndose. Derivado del evento que sucede con la prensa que inicia una corriente de #prensadigna, pero lo que originalmente podría haber sido una crítica legítima se transformó en algo más problemático: un ambiente de violencia digital coordinada. Queremos mediar para que el tema de la censura y el veto no sea rebasado, porque ha comenzado un ataque de violencia digital, lo cual no está bien. Considerando que hoy muchos con un celular en mano se dicen reporteros y no lo son”.
Pous es explícito en su distinción entre lo que ve como crítica legítima y lo que califica como censura. «Esto no es en contra de ninguno de los reporteros, solo se invita a que se frene la represión, porque hoy en día cualquiera con un teléfono se dice reportero, y eso no está bien, no basta con tener una página de Facebook», expresó. Esta línea sugiere una desconfianza sobre la profesionalización del periodismo digital moderno y una preocupación sobre quién tiene legitimidad para criticar públicamente.
Sin embargo, Pous también reconoció que ciertos aspectos de la mediación han sido positivos: «A partir de esta mediación ha sido muy positivo todo. Quiero pensar que por la buena y cercana constante que tengo con la prensa, ha sido favorable».
Extorsión disfrazada de denuncia
Por otro lado, Pous cuestionó la motivación detrás de la denuncia que enfrentan por abuso sexual y es que, el influencer que está denunciando, en sus declaraciones, reveló un patrón que, sugieren motivaciones más allá de la búsqueda de justicia. El abogado describió una situación que, aunque no especificó nombres por confidencialidad legal, parece ser central en su estrategia defensiva.
«No puedo mencionar los nombres por un tema de sigilo, pero hay un influencer que manejando en estado inconveniente tiene un accidente, pide apoyo a sus fans, obtiene el dinero para atenderse clínicamente y resulta que lo que hace es usar el dinero para comprar un coche nuevo, y la otra parte para una operación estética para su esposa», reveló Pous. La situación, según él, escala cuando esta persona exhibe públicamente a su pareja en su programa, admitiendo cómo utilizó los fondos recaudados.
«Una vez que el mismo hace eso, en la Cotorrisa se comenta y se hace énfasis en lo mismo que esta persona había comentado», explicó. Sin embargo, continúa «Esta persona lo ve como una oportunidad, e indignamente dice que como habían hablado así de su esposa, pero se aclara que no fue un señalamiento de la Cotorrisa, sino que expusieron lo que esta persona hizo en su propio canal».
Pous añade que «En paralelo que presenta la denuncia, les dice a los chicos de la Cotorrisa que lleguen a un acuerdo, usa a su esposa como objeto de extorsión».
El proceso legal
hasta ahora
Cuando se le preguntó sobre el avance del caso penal, Pous fue directo: «Hasta el momento solo hemos tenido audiencias donde han tenido que comparecer y ratifican quién es su defensa legal. No hay ninguna prueba que acredite que hicieron lo que se les señala». Esta declaración es fundamental, ya que, en un sistema de presunción de inocencia, la falta de pruebas en etapas tempranas puede ser decisiva.
El abogado también ofreció una perspectiva sobre cómo la defensa procederá. «Las leyes están para utilizarlas siempre y cuando sean aplicables, pero esto es algo que prepararon, una persona, exhibiendo vulgarizando a su esposa y después de eso argumentar que se sintió ofendido porque alguien comenta todo lo que él mismo dijo y pretendiendo extorsionar». Pous añade que «Independientemente de atender el asunto, pueden (Slobotzky y Ricardo) iniciar una denuncia por extorsión y otra por daño moral. Pero eso lo veran con el abogado penalista».
El Comunicado Oficial:
Una Defensa Frontal
El comunicado publicado por la firma de Pous fue una respuesta articulada y estratégica, se establece con claridad que «Nuestros representados han sido objeto de una campaña orientada a desprestigiarlos, impulsada bajo la etiqueta #prensadigna, que afirma representar a medios de comunicación vinculados al entretenimiento. No obstante, algunas de sus expresiones han excedido los límites legítimos del derecho a informar u opinar, generando un impacto negativo severo en su esfera personal y profesional, así como una violencia mediática cuyos efectos resultan, en muchos casos, irreversibles».
Un aspecto crucial de la estrategia defensiva fue reconocer el estilo particular de La Cotorrisa sin rendirse ante críticas. «Si bien el estilo de nuestros representados se distingue por un tono irreverente y satírico que incluso puede aludir a distintas figuras públicas, dicho contenido forma parte del ejercicio de la libertad de expresión, en los mismos términos en los que diversos comunicadores recurren al humor, la ironía o el sarcasmo para referirse a personas o situaciones».
Sin embargo, el comunicado también hizo un llamado a la moderación: «No obstante, y precisamente con altura de miras, hacemos un llamado para dejar atrás esta confrontación». Se convocó formalmente a que «quienes han participado en estos ataques cesen de inmediato».
La Cotorrisa: Un
fenómeno mediático
Para entender la envergadura de lo que está en juego, es importante reconocer que La Cotorrisa no es un podcast ordinario. Creado en 2019 por Ricardo Pérez y José Luis Slobotzky, se ha consolidado como uno de los programas más escuchados en México, con más de 650 episodios y reconocimientos como «Podcast Top de los Top» en los Spotify Podcast Awards 2025. La influencia del programa es incuestionable, con decenas de millones de escuchas y seguidores en múltiples plataformas.
Esta magnitud de influencia es precisamente lo que hace que la controversia sea tan significativa. Cuando Xuxo Domínguez demandó justicia para su esposa Jesica Bustos, no fue un caso aislado, sino un desafío directo a una de las plataformas de comunicación más poderosas de México.
La Defensa del Status Quo:
Los precedentes de pous
Guillermo Pous ha construido su carrera mediando entre celebridades y la complejidad del sistema legal mexicano. Su representación de figuras como Juan Gabriel, cuyo legado ocupó los tribunales durante años después de su muerte en 2016, lo posicionó como abogado de las decisiones difíciles. Su comentario sobre su amplio historial fue revelador: «Me ha tocado representar y demandar a Luis Miguel, a Los Temerarios, José José, Jenny Rivera, Marco Antonio Solís, Roberto Gómez Bolaños, la sucesión de Paco Stanley, Vicente Fernández, Rigo Tovar, entre muchos otros».
Esta lista no es meramente una enumeración de triunfos, sino una demostración de experiencia en el manejo de crisis complejas que combinan asuntos legales, mediáticos y reputacionales.
Lo que está ocurriendo con La Cotorrisa refleja tensiones más amplias en la industria del entretenimiento mexicano. La transición de un modelo de medios tradicional, donde los periodistas tenían poder de veto sobre quién podía o no participar en ciertos eventos, a un modelo digital donde cualquiera con una plataforma puede ejercer influencia, ha creado un vacío normativo. Pous, al invocar la memoria de «las prácticas de veto que durante décadas afectaron al medio», está tocando una herida histórica en la industria mexicana.
Es así que, lo que comenzó como una acusación de acoso sexual se ha transformado en un litigio sobre los límites del humor, la responsabilidad mediática, y el poder de los comunicadores en la era digital. La intervención de Guillermo Pous marca el momento en que La Cotorrisa pasó de ser un asunto de redes sociales a un conflicto legal serio con implicaciones que van más allá de los comediantes involucrados.











