Soberanía argentina
¬ Augusto Corro miércoles 18, Abr 2012Punto por punto
Augusto Corro
En el asunto de la nacionalización del petróleo argentino, el gobierno panista volvió a enseñar el cobre.
Sin darle vueltas al tema, Calderón calificó de muy poco responsable y muy poco racional, la decisión de la presidenta argentina, Cristina Fernández de expropiar la empresa petrolera YPF, filial de la transnacional de origen español Repsol.
Obviamente el discurso del mandatario mexicano ya se esperaba en ese tono. No causó mayor sorpresa. En este caso, sus intereses con Repsol le impiden opinar de manera libre y objetiva.
Montado en su fundamentalismo político (derecha ciega y obtusa) no tienen posibilidade de ver más allá de su nariz.
Desde luego, la acción expropiatoria del petróleo en aquella nación hermana es legal y legítima del principio de soberanía y una decisión responsable.
Sin embargo, a Calderón le pareció fácil criticar negativamente la determinación autónoma de un pueblo. Con razón o sin ella, los argentinos son libres de manejar sus políticas económicas o sociales de acuerdo con sus intereses, y más cuando el desarrollo del país es frenado por la incapacidad o el abuso de empresas extranjeras que explotan los recursos naturales.
Por ejemplo, la empresa YPF filial argentina de Repsol venía disminuyendo año con año su producción de gas y petróleo y forzado al país a efectuar importaciones crecientes, que, según estimaciones, en 2011 ascendieron a más de nueve mil quinientos millones de dólares.
Así pues, en el caso concreto de la expropiación petrolera al gobierno argentino le asistía toda la razón para nacionalizar el hidrocarburo. No iba a ser la reacción de un presidente como Calderón, quien lo impidiera.
En México, el trato que el gobierno panista da a la empresa petrolera Repsol siempre ha estado en los terrenos de la sospecha y la duda. ¿Cuáles son los verdaderos beneficios que obtiene Repsol de México? El Congreso de la Unión tiene la palabra.
Alguien tendrá que preguntarle a Calderón qué gana con ungirse como representante empresarial de Repsol en Latinoamérica.
Los empresarios españoles ya no se limitan a la nueva colonización de América a través de las instituciones bancarias, quieren todo: recursos naturales, principalmente el petróleo, como en la época de la Colonia, cuando esclavizaron a los indígenas y se llevaron de la región la plata y el oro. No quieren entender que los tiempos han cambiado.
Más de España
Así como hay españoles que aman la monarquía hay quienes la repudian. Precisamente, en los tiempos que corren la familia real podría entrar en zona de turbulencias. Veamos: el yerno del rey, Iñaki Urdangarin, se encuentra en líos judiciales.
Lo grave del asunto es que ya metieron al monarca, Juan Carlos, en la bronca, pues un ex socio de Iñaki implicó al rey en gestiones a favor del esposo de su hija, acusado del tráfico de influencias, entre otros delitos.
Por otra parte, la realeza no pasa por su mejor momento. El nieto de Juan Carlos, Felipe de Marichalar y Borbón, de 13 años, recibió un escopetazo en un pie, cuando manejaba el arma imprudentemente. El adolescente ya salió del hospital, pero tendrá que regresar nuevamente para recibir injertos en la piel.
Como si lo anterior no fuera suficiente, el rey Juan Carlos se había ido de pinta a cazar elefantes en Botsuana, en Africa. Cuando arreciaban las críticas por el despilfarro del safari, el monarca sufrió un accidente en el que se fracturó una cadera.
Además, Juan Carlos es como todos nosotros un ser humano con las debilidades propias de su sexo y anda por ahí de malandrín.
No son pocas las voces que claman porque se divorcie de la reina Sofía, que a todas luces se ve como una persona sufridora, chapada a la antigua. Todos esos detalles han llevado al pueblo español a reflexionar sobre la existencia de la monarquía.
Crece el clamor de que se lleve a cabo “un referéndum para que los ciudadanos puedan expresar si prefieren un Estado monárquico o republicano”.
Sin lugar a duda, el príncipe Felipe, heredero directo de la corona española, es el más preocupado por lo que ocurre en el seno de la familia real, que poco a poco se convierte en el principal obstáculo para alcanzar el trono.
¿Qué sigue? Difícil saberlo, porque la condición humana tiene derroteros insospechados. El rey ya lo demostró.
Empresario asesinado
En septiembre pasado, aplaudimos el valor cívico de un empresario que denunció su secuestro y extorsión por parte de policías federales. Nos referimos a Eligio Ibarra, de 62 años. Los hechos ocurrieron en Ciudad Juárez, en septiembre del 2011.
El fin de semana pasado, Ibarra fue asesinado con arma blanca y quemado con gasolina. Las autoridades de Chihuahua informaron que se desconocen más detalles como son el móvil de delito, pues no hay líneas claras de investigación.
En septiembre pasado, a raíz de la denuncia del secuestro que padeció Ibarra, un juez ordenó el inicio del proceso penal contra los diez policías.
El empresario acusó a los policías de exigirle cinco mil dólares a cambio de no “sembrarle” (poner sin autorización) droga, pero también de secuestrarlo, golpearlo y robarle sus tarjetas bancarias.











