¿Fue todo?
¬ Juan Manuel Magaña jueves 10, May 2012Política Spot
Juan Manuel Magaña
Enrique acabó en el debate con los ojos morados, Andrés Manuel con los labios hinchados y Josefina, aunque se fue una vez a la lona, terminó tambaleante y agarrada de las cuerdas.
Lo que quiero decir es que los candidatos importantes sólo se golpearon, pero no se hicieron daño de verdad.
Por eso, queda la sensación, como la gran interrogante de lo que sigue, de si ya fue todo y no habrá ya nada que cambie el curso de esta elección (a modo de las encuestas) , o alguien o algunos han preferido reservarse su capacidad de fuego para el siguiente debate que, a estas altura, podría ser el de campeonato.
Buena parte de los acontecimientos que siguen habrá que verlos con esa doble mirada.
Si el personaje en cuestión dosifica su fuerza o es que en realidad ya no trae nada.
Josefina quedaría como ejemplo quizá de lo segundo cuando mostró el peor signo de debilidad al no aceptar el desafío de Enrique de ir a verificar el cumplimiento de compromisos al Estado de México.
Era suyo, le estaba diciendo “la contienda es entre tú y yo”, pero lo dejó ir. ¿Pues no que quería un mano a mano con el puntero?
Así también Calderón. ¿Qué son esas ganas de subirse al ring toda vez que su mejor gallina fue enviada a la lona?
Se suponía que iba a enviarla con una herradura escondida entre los guantes.
¿Por qué Calderón salió antier con que en el pasado la gente se empobrecía a causa de las crisis y las devaluaciones abruptas, en alusión al PRI? ¿Por qué insistir en violar la ley para inmiscuirse en la campaña?
¿Es ya sólo querer quedar bien con ciertos grupos panistas para que mañana no le reprochen que ni las manos metió por su candidata?
O no ceja en la idea de brincar al escenario para asestar un golpe con el mazo.
Igual Andrés Manuel. Muchos se asombraron de que en el debate no hubo sorpresas. Y ciertamente, “El Peje” se la llevó con puros viejos recursos, aunque aun así consiguió bastante, de acuerdo con su estrategia.
Pero también salió con todos sus viejos enemigos, porque ahora ya nadie le cree lo de amoroso. Pero quizá a sabiendas, por eso se está reservando lo mejor para el final.
Hay información abundante en este país como para exhibir con sus trapos sucios a cualquiera. Por eso, cuando salían en el debate con sus recortes de periódico, uno no podía más que lamentar la falta de imaginación y preparación de los oponentes. Y luego se preguntan por qué se salió con la suya el señor Quadri, si hasta a él, el más vulnerable de todos, lo dejaron ir vivo. No le hace que sea el inocente “Juanito” de Elba Esther.