Otra de Josefina
Ramón Zurita Sahagún viernes 11, May 2012De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Josefina Vázquez Mota no encuentra el método por el que pueda posicionarse y reinventar su alicaída campaña electoral.
Busca con desesperación algo que le sirva de plataforma de proyección o cuando menos que le permita reducir la distancia que la separa del primer lugar y detener lo que parece un franco declive.
La candidata panista pretende sanar heridas dentro de su partido y cicatrizar viejos agravios, mediante acercamientos con cuadros dirigentes o militantes que en el pasado reciente fueron claves dentro de su partido.
Primero lo hizo con quienes le disputaron la candidatura presidencial, a los que incorporó a su equipo de campaña, aunque sin lograr la cohesión necesaria para el buen funcionamiento del mismo.
Más adelante limó asperezas con la familia presidencial y la respuesta inmediata fue la de presentar la figura de Margarita Zavala en respaldo de las tareas de algún acto de campaña.
En su propósito de restañar la fracturada unidad de los panistas, Josefina buscó a Vicente Fox Quesada, se tomó la foto con él, lo invitó a su campaña, luego de que el ex presidente había manifestado que solamente un milagro haría ganar a la panista.
Ahora, Josefina se reunió con varios ex gobernadores de extracción panista y lanzó un reto, el de ver si los priístas pueden hacer lo propio con sus ex gobernadores.
Ernesto Ruffo Appel, el primer gobernador no priísta del país; Carlos Medina Plascencia, el segundo, aunque ni siquiera compitió para ello; Francisco Barrio Terrazas, Chihuahua y Francisco Ramírez Acuña, Jalisco, fueron algunos de los ex mandatarios panistas que se reunieron con la candidata presidencial panista y recibieron ese elogio.
Y cuando menos en ese aspecto tiene razón la ex secretaria de Educación Pública, ya que cuando menos esos cuatro ex gobernadores salieron bien evaluados de sus administraciones.
También le cabe la razón, cuando dice que hay ex gobernadores priístas impresentables y la lista es larga.
Mario Marín Torres, Puebla y Ulises Ruiz Ortiz, Oaxaca, son dos de los ex gobernadores del PRI que son vistos desde lejos, aunque entraron en las negociaciones para sembrar a sus delfines como candidatos a cargos de elección popular en el Congreso de la Unión.
Otros ex gobernadores como José Reyes Baeza, Chihuahua y Jesús Aguilar Padilla, Sinaloa, se encuentra en cargos dentro del CEN del PRI, aunque no a la vista de todos.
Pero también los hay como Félix González Canto, Quintana Roo, Ismael Hernández Deras, Durango y Patricio Martínez, Chihuahua, que son candidatos al Senado de la República.
Jorge Carlos Hurtado, Campeche, que pasó sin pena ni gloria por el gobierno estatal, es hoy contralor del PRI y José Murat, que inició el desastre de Oaxaca, se mantiene cercano al candidato presidencial.
Natividad González Parás, ex gobernador de Nuevo León, a quien se responsabiliza del terrible caos reinante en esa entidad, es otro de los impresentables que se considera con cercanía al candidato presidencial del PRI.
Los ex gobernadores de Tamaulipas, Tomás Yarrington y Eugenio Hernández Flores, son de los que se mantiene mayor distancia en el CEN del PRI, para evitar cercanía con el candidato presidencial.
En Tabasco se mantuvo alejados a los ex gobernadores Roberto Madrazo Pintado y Manuel Andrade Díaz, el primero por el simple hecho de representar parte de la imagen de la derrota que privó en los dos más recientes procesos electorales presidenciales.
Es cierto es larga la lista de ex gobernantes priístas envueltos en escándalos públicos, con sombra de sospechas sobre sus administraciones y que desatan rumores sobre acciones fuertes en su contra, algunas, supuestamente, provenientes del extranjero.
Pero también en San Juan hace aire y algunos panistas ex gobernadores han dejado un tufo nada agradable en el ejercicio de sus gobiernos.
Francisco Garrido, ex gobernador de Querétaro, no es ejemplo para nada de una buena administración.
Su gobierno fue tan desastroso que los electores decidieron darle la espalda a ese partido, luego de doce años de gobierno.
Luis Armando Reynoso Femat, Aguascalientes, es otro de los malos ejemplos de los gobernantes panistas, sus problemas fueron de todo tipo, desde administrativos, de gobierno y hasta con su propio partido que terminó expulsándolo de sus filas.
Sergio Estrada Cajigal, Morelos, fue un verdadero desastre como gobernante y como en muchos estados gobernados por el PRI, crecieron las sombras de sospecha sobre la protección al narcotráfico durante su administración.
Héctor Ortiz, Tlaxcala, flamante candidato al Senado, dejó sumido en el caos financiero al estado y hasta fue juzgado e impedido de tener un cargo público dentro del estado.
Estos son algunos de los ex gobernadores del PAN, de los que no se puede jactar Josefina que son presentables en todo tipo de lugares.
PAN Y CIRCO
Doce mil pesos costaron las entradas de privilegio para ver el espectáculo de Paul McCartney en el estadio Azteca y nada para verlo masivamente en el centro de la ciudad de México.
Lo curioso de esto es que no se saben las cifras en que son contratados artistas internacionales del tamaño del ex integrante de The Beatles y que permiten darles a los ciudadanos pan y circo en los momentos en que se requiere del apoyo de los votantes, ante un difícil proceso electoral que se avecina.