Elecciones 2012 • (mayo 16)
Elecciones 2012 jueves 17, May 2012Augusto Corro
Por fin, llegó el rompimiento oficial de Elba Esther Gordillo con Josefina Vázquez Mota.
La primera es la mujer más poderosa de México. Además de dirigir al sindicato más grande de Latinoamérica, es dueña de uno de los cuatro partidos políticos que compiten por la Presidencia de la República.
La segunda es candidata presidencial panista con todo el apoyo del gobierno de la República para llegar a Los Pinos. Calderón hace hasta lo imposible para que gane su candidata y así mantenerse en el poder.
Así pues, a cuarenta y cinco días de las elecciones del próximo mes de julio, se definió la relación entre Elba Esther Gordillo y Vázquez Mota. Ambas tuvieron que tratarse cuando la panista se desempeñó como secretaria de Educación Pública. Nunca se llevaron bien; pero guardaron las apariencias.
Durante la campaña electoral, poco a poco empezaron a surgir los ataques de la blanquiazul contra la todopoderosa Gordillo.
Antier, esta última decidió poner en su sitio a Vázquez Mota, y ante Calderón arremetió contra la candidata presidencial, a quien acusó de “cortedad de miras” y de “supeditar a ambiciones personales” el proyecto educativo del país.
Aunque la lideresa no pronunció el nombre de Josefina, el mensaje fue más que claro. De esta manera, quedó definida la posición de la lideresa del magisterio: nada con la aspirante blanquiazul en cuestiones electorales.
La profesora ya decidirá, finalmente, por quién se inclinará a la hora de la verdad. Desde luego no será Vázquez Mota.
MALAS NOTICIAS
En el cuarto de guerra de Vázquez Mota las cosas no marchan bien; aún realiza cambios para recuperar algo de lo perdido.
¿Qué es lo perdido?
Pues los puntos de aceptación del electorado que la tienen en el tercer lugar de la justa electoral, después de Enrique Peña Nieto, del PRI; y de Andrés Manuel López Obrador, de las llamadas izquierdas.
Los errores y las fallas desde que inició su campaña se atribuyeron a la falta de experiencia de su cuarto de guerra. Sin embargo, el tiempo demostró que sí hay responsabilidad en los operadores políticos, pero el problema lo representa, también, la misma candidata que no alcanza a transmitir sus mensajes. No motiva a los electores. Así se lo han dicho sus seguidores en diferentes actos públicos.
Ante esa situación será muy difícil que la blanquiazul levante. A cuarenta y cinco días de que termine la contienda electoral, Vázquez Mota aún realiza ajustes en sus cuadros políticos principales. Por ejemplo, removió a Roberto Gil Zuarth como coordinador general de su campaña y designó en su lugar a Mario Laborín, ex director de Nafinsa.
Se trata, pues, de un intento más de salvar una candidatura que desde la precampaña fue sometida a toda clase de presiones y obstáculos. Vázquez Mota tuvo que derrotar a Ernesto Cordero, delfín de Calderón, en una lucha de desgaste total.
Maltrecha y con el tiempo encima, la panista inició su campaña con los errores y fallas que todos conocemos. El apoyo de Calderón más que brindarle beneficios, le obstaculiza más la campaña. Sin operadores con talento, la situación se le complica. El rey de los lodazales, Antonio Solá, no rinde frutos.
En el presente, la candidata se encuentra en el tercer lugar de las preferencias electorales en espera de que alguien la salve.
LO MISMO PASA CON ISABEL
En la misma situación se encuentra la candidata panista al gobierno capitalino, Isabel Miranda de Wallace.
Nada más que esta blanquiazul va directo al problema. Al grito de “apóyenme” la ex activista le pide a su partido que no la abandonen.
De por sí se ve imposible el triunfo de Acción Nacional en el Distrito Federal. A esto se debe agregar que Isabel no es la candidata idónea de los blanquiazules.
Ella llegó por una designación que afectó a la militancia panista en el Distrito Federal que cuenta con mejores hombres para esa empresa.
Para no ir tan lejos, congelaron a José Luis Luege Tamargo, un panista de abolengo y líder con suficientes méritos para hacer un papel digno como candidato al gobierno capitalino.
Equivocadamente se escogió a Isabel y no se necesita ser un analista político para saber que a Acción Nacional no le salen bien las cosas.
En el Distrito Federal la campaña de los blanquiazules está desorganizada y sin estímulos.
El candidato de las izquierdas, Miguel Angel Mancera, lleva una ventaja amplísima a sus competidoras.
Se tiene la impresión de que Isabel fue abandonada por los dirigentes de su partido. Allá ellos.