La misión
¬ Juan Manuel Magaña viernes 18, May 2012Política Spot
Juan Manuel Magaña
El caso me recuerda la impresionante película “La Misión”, protagonizada por Robert de Niro, que interpreta a un cazador de indios en América del Sur para convertirlos en esclavos, y Jeremy Irons, que la hace de jesuita español defensor, a riesgo de jugarse la vida, de esos aborígenes colonizados por España y entregados al reino de Portugal.
Así es el padre Alejandro Solalinde que fue víctima de incontables amenazas de muerte por su trabajo de misionero.
Solalinde ha entregado su vida a proteger del crimen organizado a los migrantes, que ha hecho del tráfico humano y la extorsión un negocio internacional que supera los 10 mil millones de dólares.
Con ese negocio, los cárteles han encontrado la forma de reponer las pérdidas de dinero debido a los decomisos de droga. Solalinde inició en Chicago un viaje de dos meses para de mantenerse vivo.
Estará ese tiempo en Estados Unidos y Europa en lo que él considera “un retiro táctico” de sus actividades en el Refugio “Hermanos en el Camino”, que fundó el 26 de febrero de 2007 en la Ciudad de Ixtepec, Oaxaca.
Tan sólo seis amenazas de muerte había recibido en los dos últimos meses.
Dos son los casos más recientes: uno el 15 de abril, cuando en las vías del tren de Ixtepec el padre Solalinde recibía a cientos de migrantes y dos hombres agredieron verbalmente a los recién llegados. Entonces el sacerdote los defendió y la respuesta de los dos hombres fue insultarlo y amenazarlo de muerte.
Otro caso fue el 20 de abril, cuando una persona le dijo a Solalinde que se había enterado que ya alguien había contratado a un sicario para matarlo.
Ante las amenazas, organismos como la Pastoral de la Movilidad Humana de la Diócesis de Tehuantepec, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Amnistía Internacional y las Brigadas Internacionales por la Paz, le recomendaron alejarse de su albergue.
Solalinde respondió: “Lo hago por obediencia, no por miedo”. También ha dicho que “soy un misionero, y las misiones no se abandonan”.
En el albergue “Hermanos en el Camino” han tenido refugio decenas de miles de migrantes. Y es que Ixtepec “es la gran plaza para comercializar ‘mercancía’ humana, porque allí llega en abundancia”, ha dicho el misionero.
Por ello Solalinde ha recibido también la embestida del propio gobierno. Ha sido acusado de traficante de menores en Oaxaca por el Instituto Nacional de Migración y de abandono de personas por el mismo Instituto en Puebla.
Incluso, en junio de 2008, el alcalde de Ixtepec y una muchedumbre y 14 policías, quisieron prenderle fuego al albergue si el padre no lo cerraba.
A su fama contribuyó el hecho poco ortodoxo de que una vez pidió perdón a los Zetas porque, dijo, más que victimarios son víctimas de una sociedad enferma y violenta.
Era el jesuita Irons convirtiendo al traficante de esclavos De Niro. Solalinde ahora está en Chicago, después irá a Miami, Canadá y luego a Europa. Ha dicho que recargará la pila y que regresará en julio, y con muchos planes. Pero Solalinde no tiene un ejército que lo cuide.