Rumbo al segundo debate
Ramón Zurita Sahagún viernes 8, Jun 2012De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
El plazo llegó a su término y el segundo debate entre los candidatos presidenciales se realizará el domingo, en Guadalajara, Jalisco y se espera sea más intenso que el primero.
Para algunos, al primer debate le faltó sustancia, aunque dejó algunas cosas en claro, entre ellas que el candidato priísta puede argumentar sin necesidad del telepromter, de apuntadores o de tarjetas.
Que es capaz de fajarse con sus contrincantes, entrar en clinch y aplicar descontones, sin miedo a perder el estilo. Andrés Manuel López Obrador mostró que puede solventar problemas que se le planteen durante el debate y que es capaz de aprovechar las contingencias que se le presenten para sacarle raja política. Su hablar pausado no le resta posibilidades, ante adversarios que hablan de corridito. Josefina dejó ver en el primer debate sus dotes de fajadora y que es capaza de debatir en el nivel que le pongan. Su estilo no es muy ortodoxo, con su pequeña voz y la apariencia de una frágil figura. Gabriel Quadri enseñó que cuenta con capacidad para hacer propuestas, aunque carece de ingenio para presentarlas.
Su estrategia de presentarse como candidato ciudadano, es del pasado y no le servirá de nada en este segundo debate. Conocidas ya las fortalezas y debilidades de los candidatos presidenciales por ellos mismos, se espera que los rumbos del debate sigan otros derroteros.
Las propuestas de campaña y los futuros de programa de gobierno no serán lo más festinados, ni lo que espera la ciudadanía que siga paso a paso este nuevo y último debate de la contienda presidencial del 2012.
Y es que se espera que los contendientes se salpiquen de lodo, para provechar cada uno de los espacios disponibles en el debate y muestre la fragilidad del adversario.
Los tiempos recientes han mostrado varios flancos de debilidad de cada uno de los aspirantes, dejando heridas abiertas que, sin duda, serán machacadas por los antagonistas.
Enrique Peña Nieto, Andrés Manuel López Obrador y Josefina Vázquez Mota se encuentran conscientes de que es la última oportunidad de mostrarse ante los electores potenciales y convencerlos de que representan la mejor opción para gobernar el país.
El tiempo para recortar desventaja se agota y quien salga triunfante del debate, según la percepción de la mayoría, podrá posicionarse mejor en el ánimo ciudadano y cambiar las tendencias que marcan las encuestas.
Los tiempos de propuesta se agotan y el desperdicio que del mismo han hecho los candidatos presidenciales es claro. Los tres principales candidatos presidenciales acudieron ya al programa Tercer Grado, donde participan un importante grupo de periodistas y disfrutaron de espacios similares.
Josefina, primero, Peña, después y Andrés, apenas el miércoles, fueron sometidos a un bombardeo de preguntas, algunas de ellas incómodas y presentaron un panorama similar.
Los tres eludieron las principales preguntas, las resolvieron a su modo y dejaron grandes interrogantes entre quienes los vieron, ya que los periodistas pudieron preguntar lo que se les diera la gana y los candidatos respondieron de igual forma.
El tiempo transcurridos entre el primero y segundo debate (6 de mayo al 10 de junio) mostró muchas cosas que alegraron las campañas presidenciales, demasiado sosas al principio.
Durante poco más de un mes transcurrido, Enrique Peña Nieto fue abucheado en la Universidad Iberoamericana, los reproches de los principales dirigentes priístas a ese evento, motivaron la formación movimiento juvenil 132.
Las tendencias contenidas en las encuestas mostraron una baja sensible en las preferencias del priísta, aunque la amplia brecha entre el primero y segundo lugar se mantiene.
Andrés Manuel fue el candidato presidencial con mayor crecimiento en las encuestas y finalmente pudo pasar del tercero al segundo lugar en las distintas encuestas, aunque lejano del primero.
Sin embargo, la encuesta del periódico “Reforma” en la que se asentó una diferencia entre el primero (EPN) y segundo lugar (AMLO), desató la polémica y el pase de charola a empresarios por parte de cercanos colaboradores del candidato de las izquierdas presurizó aún más la contienda.
Como si eso fuese poco, irrumpió en el escenario político el primer presidente de la República no priísta, Vicente Fox Quesada, para pedir el voto a favor del candidato puntero (EPN), abanderado del partido al que el mismo Fox prometió sacar a patadas de Los Pinos.
Para arrimar más leña a la hoguera, un nutrido grupo de ex dirigentes y ex representantes populares de la izquierda y de la derecha (incluidos dos ex presidentes nacionales de sus partidos) decidieron apostar a favor de la candidatura del priísta, tal y como pidió el ex presidente Fox. La candidatura de Josefina no levanta y menos con este tipo de declaraciones, donde un ex presidente de su partido y el primer Presidente surgido del PAN, convoca a votar por el priísta y no por la candidata del partido en que se formaron políticamente.
En el lapso transcurrido entre el primero y segundo debate, la candidatura de Jose perdió adeptos, aunque hubo un cierre de filas, luego de las expresiones de Fox. Por eso, el segundo debate será uno de los momentos estelares de esta sinuosa campaña electoral y más porque será transmitido en los canales de lujo de las dos principales cadenas de televisión.
NÚÑEZ, ARRIBA
Una encuesta publicada por el diario “Novedades” de Tabasco muestra tendencias sorprendentes.
El candidato de la izquierda, Arturo Núñez Jiménez, aparece en primer lugar con 50 por ciento de las preferencias, Jesús Alí de la Torre del PRI, con 41 por ciento y Gerardo Priego Tapia, del PAN con el 7 por ciento.
Sin embargo, lo que más llama la atención es que Andrés Manuel López Obrador obtiene en el estado el 57 por ciento de las preferencias, por un 30 por ciento del priísta Peña Nieto.