La pobreza política panista
Augusto Corro viernes 13, Jul 2012Punto por punto
Augusto Corro
Da pena ajena ver como el Partido Acción Nacional (PAN) se convirtió en una organización política sin rumbo.
En el presente, la jerarquía política blanquiazul busca contrarrestar las futuras acciones de sus adversarios madrugadores.
El jefe del gobierno capitalino, Marcelo Ebrard Casaubon, se autodestapó como precandidato presidencial para el 2018 e inmediatamente los panistas se inconformaron.
El propio líder de Acción Nacional, Gustavo Madero, dijo que “está bien”, pero es inequitativo el anticipado autodestape.
Para apoyar sus palabras, señaló que hay candidatos que llevan 12 años con exposición mediática, otros con seis años y otros con seis meses que es el proceso electoral.
¿Por qué los panistas no lanzan a sus precandidatos cómo lo hacen en otros partidos?
Porque el PAN hace mucho tiempo que no tiene líderes políticos auténticos.
En el 2000, Vicente Fox hizo ganador al PAN y lo llevó a Los Pinos.
Antes, Diego Fernández de Cevallos se perfiló como un dirigente importante de Acción Nacional, pero “extrañamente” se apagó.
El último de los líderes blanquiazules, Felipe Calderón, en lugar de fortalecer a su partido, lo llevó al tercer lugar como fuerza política, en las últimas elecciones.
Hoy, es tanta la pobreza política que los panistas tardarán muchos años para que su partido vuelva a ser una fuerza importante.
Por cierto, no hace muchos días, el presidente Calderón ya destapó a su esposa Margarita Zavala; pues dijo que la ve como una posibilidad para la contienda del 2018. ¿Lo sabe Madero?
EN EL DF
En el Distrito Federal, los panistas tendrán que ir a fondo, porque la derrota en las elecciones pasadas también fue muy dolorosa.
La jerarquía política también se equivocó al designar a Isabel Miranda de Wallace como aspirante al gobierno capitalino.
Hizo a un lado a candidatos como José Luis Luege Tamargo, director de Conagua, quien contaba con la experiencia suficiente para hacer un papel más decoroso en la contienda.
En esos movimientos extraños en la política, Obdulio Ávila, otro panista emprendedor, con presencia como líder blanquiazul capitalino, fue enviado a desempeñar un cargo en Gobernación.
La señora Miranda de Wallace colocó a Acción Nacional en el tercer lugar del proceso electoral. La candidata fue abandonada por su partido.
A una mayoría de panistas no les convenció que una mujer con méritos de activista social fuera su abanderada en busca del gobierno capitalino.
En el Consejo Nacional de agosto, la dirigencia panista tendrá que explicar detalladamente los motivos de la derrota mayúscula panista en el Distrito Federal.
LA TRANSICIÓN
En agosto se iniciará la transición entre la actual administración del gobierno del Distrito Federal, encabezada por Marcelo Ebrard Casaubon, y la que tomará posesión con Miguel Ángel Mancera a la cabeza.
No se contempla ningún sobresalto en el cambio, pues el que se va y el que llega participan en el mismo equipo político.
Por otra parte, será en noviembre cuando dé a conocer a los integrantes de su equipo de trabajo.
Esto se debe entender que tendrá el tiempo suficiente para escoger a los mejores elementos de los diferentes sectores políticos y sociales que le ayuden a gobernar una ciudad con problemas cada vez mayores.
Entre los temas importantes que se deberán atender, sin demora, es el relacionado con la seguridad. Mancera conoce muy bien el problema que existe en la procuración e impartición de justicia en la ciudad de México.
Como ex procurador, conoció las fallas que existen en las agencias del Ministerio Público y que urge que sean erradicadas.
Sobre la seguridad pública, Mancera sabe muy bien que la policía preventiva no desempeña un papel que satisfaga las inquietudes de una sociedad temerosa de las acciones delincuenciales. No descienden los índices de asaltos a transeúntes y robos de coches.
Mancera ganó la jefatura del gobierno capitalino sin los compromisos agobiantes con los grupos políticos. Así se ve desde lejos. Por lo tanto, deberá sacudirse a todos aquellos vividores de la política que lograron colarse al primer círculo de sus “colaboradores”.
EBRARD PINTA SU RAYA
El autodestape de Marcelo Ebrard Casaubon como precandidato presidencial para 2018, provocó un sinnúmero de comentarios en los militantes de izquierda.
Las opiniones fueron en el sentido de que Ebrard dejó solo a Andrés Manuel López Obrador en su nueva aventura.
El tabasqueño dijo que de ganar las elecciones, el actual jefe del gobierno capitalino sería el secretario de Gobernación en su gabinete presidencial.
Ebrard ya anunció que a partir del 6 de diciembre arrancará su precampaña política rumbo a Los Pinos.
Sin darle vueltas al asunto, Ebrard le dijo al tabasqueño que tiene sus propios planes y que en éstos no está incluida la idea de ser uno de sus funcionarios.
Feliz fin de semana.