Las dos caras del Presidente
José Antonio López Sosa miércoles 8, Ago 2012Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Una constante debemos reconocerle al presidente Felipe Calderón al final de su administración: las dos caras que siempre ha presentado en su mandato.
Podemos enumerar muchos sucesos donde su discurso ha ido de un lado al otro, contradiciendo o bien, mostrando falta de congruencia entre el decir y el hacer. ¿Quién no recuerda por ejemplo el principio de la debacle?, cuando el presidente Calderón inició la guerra contra el crimen organizado y años más tarde, aseguró que no se trataba de una guerra. Quizá estos solo son dichos –para la práctica la guerra sigue—pero hay casos mucho más emblemáticos.
Una tarde ordenó a su secretario particular, Luis Felipe Bravo Mena, recibir a la dirigencia del Sindicato Mexicano de Electricistas en medio de una protesta contra el secretario del Trabajo, Javier Lozano, en ella el interlocutor a nombre del presidente Calderón se comprometió a revisar el problema sindical y a retomar el proceso de modernización de Luz y Fuerza del Centro, dos días más tarde el presidente Calderón firmó y decretó la extinción de dicho organismo descentralizado.
En otro caso, el presidente Calderón mandó a su secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, a negociar con la lideresa del PRI Beatríz Paredes Rangel la no alianza con el PRD mientras su operador, César Nava, hizo lo propio para gestar dichas alianzas en diversos estados de la República. Al final Gómez Mont pagó con su prestigio político el favor que le encomendara el presidente Calderón en un dejo de contradicción y doble discurso.
El presidente Calderón se ha nombrado amigo de la democracia, promotor de ella y ha lanzado duras críticas contra quienes él considera no lo son. Sin embargo, impuso a los candidatos plurinominales al Senado e incluso a la candidata a la jefatura de gobierno del DF (Isabel Miranda de Wallace) al más puro estilo priísta de los años sesenta, carente de todo sentido democrático. Del mismo modo orquestó la expulsión de Manuel Espino y Manuel Clouthier Jr. sencillamente por haberse atrevido a criticarle.
Recibió en Los Pinos a Enrique Peña Nieto y días más tarde presuntamente instruyó al líder del PAN Gustavo Madero a sumarse a la protesta contra el PRI ante los tribunales.
Hace un par de días en un llamado “cónclave” en Querétaro, Felipe Calderón responsabilizó con sus dichos a Josefina Vázquez Mota de la derrota presidencial cuando desde los dichos, le dio todo su apoyo en la campaña. Así pues los dichos y los hechos del presidente Calderón distan unos de los otros.
Auguro el último: él dijo reiteradamente en su sexenio que al término de este, se quedaría a vivir en México. Está ya buscando trabajo en los Estados Unidos y todo parece indicar que se irá a vivir allá, un último doble discurso que cerrará con esas dos caras que siempre tuvo y al parecer tendrá Felipe Calderón Hinojosa.
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