Juzgan a genocidas
Augusto Corro viernes 22, Mar 2013Punto por punto
Augusto Corro
No alcanzó a librar el brazo de la justicia y el ex presidente de Guatemala, Efraín Ríos Mont es juzgado por los delitos de genocidio y de lesa Humanidad.
El ex general, de 86 años, gobernó de facto entre 1982-83, y su antiguo jefe de inteligencia, José Rodríguez, son acusados como responsables de la matanza de 1,771 indígenas de la etnia ixil (mayas).
Como se recordará, Ríos Mont llegó al poder luego de un acto golpista.
Desde luego, el juicio a Ríos Mont es un hecho histórico: por primera vez un expresidente, un ex funcionario de alto nivel es llevado ante el juez, en Guatemala. El asunto, pues, se encuentra en manos del juez.
Las represalias genocidas fueron manifestaciones comunes de los hombres en el poder en Latinoamérica. Sus atentados contra las etnias son un catálogo de atrocidades. Los sectores más pobres y más necesitados fueron el blanco de las dictaduras. En Guatemala, la población rural fue agredida por supuesta ayuda a la guerrilla. En México, tuvimos en Luis Echeverría Alvarez a nuestro genocida que con toda clase de artimañas logró burlar a la justicia. ¿Quién no se acuerda de los crímenes de la guerra sucia en el siglo pasado?
Sin embargo, se hizo la pantomima de juzgarlo y por lo menos se creó la expectativa de que podría ser encarcelado por el delito de genocidio y de lesa humanidad. De todas maneras, su edad no le habría permitido cumplir su sentencia en la cárcel.
Y ya que hablamos de dictadorzuelos, en Argentina también se encuentra enjuiciado el ex presidente Jorge Rafael Videla, por los crímenes relacionados con la denominada Operación Cóndor en el Cono Sur.
Específicamente, los gobiernos militares de Argentina, Brasil, Paraguay, Chile y Bolivia aplicaron dicho plan en Sudamérica, a partir de los años 70 y 80, para perseguir a opositores políticos.
Como en el caso de Guatemala, el proceso fue considerado como histórico, pues es la primera vez que un tribunal juzga a los responsables de Operación Cóndor.
De acuerdo con los documentos encontrados en Uruguay sobre el multicitado plan, cincuenta mil personas fueron asesinadas y cientos de miles torturadas.
Quienes se encargaron de echar a funcionar el plan citado no habían sido juzgados, por una sencilla razón: sus países tienen leyes vigentes “que permiten la impunidad de los crímenes cometidos por militares hace cuatro décadas”. No es el caso de Argentina.
En este proceso, son juzgados 25 implicados, entre ellos el señalado Videla y también el ex dictador Reynaldo Bignone, quienes ya fueron sentenciados a cadena perpetua en otros juicios, por crímenes de lesa humanidad.
La justicia llegó tarde, pero llegó. Por lo menos se busca que paguen con cárcel la arrogancia y desprecio que les permitió a los dictadores decidir sobre la vida de la gente que no comulgaba con sus ideas.
Ojalá que estos juicios a criminales contra su pueblo, sirvan de ejemplo a gobiernos presente y futuros.
Por cierto, aquí en México sigue pendiente el asunto de la matanza de Acteal, Chiapas, en 1997. En aquella ocasión, 45 indígenas fueron masacrados.
Diez familiares de las víctimas de Acteal demandaron en Estados Unidos al ex presidente Ernesto Zedillo, quien entonces se encontraba en el poder, por supuesta complicidad en la matanza.
El caso se encuentra, por el momento, en el limbo jurídico internacional. En el sexenio pasado, Calderón solicitó al gobierno del vecino país, un gesto de impunidad hacia Zedillo. ¿Será juzgado Zedillo? La moneda está en el aire.
Feliz fin de semana.