El daño de Calderón al país
¬ Juan Manuel Magaña viernes 8, Nov 2013Política Spot
Juan Manuel Magaña
Lo que más quiso esconder Felipe Calderón —además de los 100 mil muertos, claro- es el hecho de que con su guerra absurda él haya propiciado de manera directa mayor violencia en el país.
Ahora sabemos, por informes que Estados Unidos acaba de desclasificar, que desde 2010 se sabía de las “consecuencias no deseadas” que dejaba tras de sí el despliegue del Ejército y la decapitación de algunas organizaciones criminales, pues eso sólo dio paso a “personal con menor experiencia e indisciplinado” en las filas del crimen organizado que disparó “el repunte de asesinatos relacionados con las drogas”.
Ayer brotaron como hongos estos informes en la prensa, de forma tal que cada medio tenía temas diferentes y entre todos armaban un gran rompecabezas.
Grosso modo, informes desclasificados del Departamento de Estado estadunidense de 2010 revelaron que los cárteles del narcotráfico operaron con “total libertad e impunidad” en los estados de Durango, Tamaulipas, Coahuila y Nuevo León. Además, indican que el gobierno mexicano encabezado por Felipe Calderón exhibió incapacidad para enfrentarlos, ocultó información y minimizó los crímenes relacionados con el narcotráfico.
El Archivo de Seguridad Nacional de Estados Unidos reveló el miércoles una serie de informes internos de 2011 del Departamento de Estado, en los cuales Washington veía en “la corrupción generalizada” la fuente de la incapacidad del Estado mexicano para resolver los crímenes y detener la violencia de los cárteles.
Por ejemplo, un reporte elaborado en agosto de 2010 por la unidad de inteligencia del Departamento de Estado, expone que “mientras que la ofensiva de Calderón ha añadido presión sobre las organizaciones de narcotraficantes, también ha dado lugar a algunas consecuencias no deseadas”.
Los documentos, redactados entre el 2007 y el 2012, revelan el aumento de la colaboración entre México y Estados Unidos con el despliegue de vuelos no tripulados o drones para localizar a los capos de la droga y el intercambio de información de inteligencia a través de los llamados centros de fusión hacia ambos lados de la frontera.
Destaca el estupor y alarma ocasionados por la matanza de los 72 inmigrantes en la localidad de San Fernando en agosto de 2010 en la que el gobierno de México trató de minimizar su responsabilidad, según la relación de cables e informes transmitidos por el consulado de Estados Unidos en Matamoros.
Los reportes hacen alusión a los problemas de corrupción, a la penetración de las instituciones por parte de los cárteles, a la escalada de una violencia inaudita que expuso cuerpos decapitados, coches bomba, granadas de fragmentación en lugares como Ciudad Juárez, Tamaulipas o Matamoros.
Un documento de marzo de 2010 predijo que Matamoros podría ser escenario de una confrontación en el futuro cercano. Y ahora lo vemos. En ese tiempo pintaba un escenario en México fuera de control, con tiroteos, quema de coches de policías, ataques indiscriminados a todo tipo de comunidades, cuerpos decapitados, “y un silencio prácticamente absoluto de las autoridades locales y regionales, sometidas por el miedo o la corrupción”.
En suma, EU decidió sacar los trapos al sol de Calderón. Mucho se ha supuesto que Calderón se embarcó en su guerra, según los designios del imperio del norte.
¿Estos documentos prueban que el del uniforme militar de talla enorme se fue por la libre? ¿O para EU llegó la hora de separarse de los hechos y curarse en salud? ¿Por qué si EU sabía y veía tanto no ayudó a parar la absurda guerra? Quién sabe, pero de que se tenían bien espiado al “chaparrito, pelón y de lentes”, se lo tenían.