Llámenlo a cuentas
¬ Juan Manuel Magaña martes 12, Nov 2013Política Spot
Juan Manuel Magaña
Cada vez saltan a la realidad datos más lamentables sobre el baño de sangre que Felipe Calderón provocó en el país.
El jueves, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Pablo Kuri Morales, afirmó que en 2012 la violencia ocasionó más de 20 mil muertes en México, la mayoría de personas entre 15 y 44 años de edad.
En este sector de población, indicó, los homicidios son la principal causa de defunción y son, hay que reconocerlo, un problema de salud pública.
Expuso: mientras en 2006 representaban la décima causa de muerte, para el año 2012 se ubicaron en el sexto lugar. En ese periodo se emprendió la ‘‘guerra’’ de Calderón. Y ese sector fue el cordero destinado a esa hecatombe.
Ayer, acaso por casualidad, el subsecretario de Prevención y Participación Ciudadana de la Secretaría de Gobernación, Roberto Campa Cifrián, sostuvo que en los sexenios de Vicente Fox y Felipe Calderón, los homicidios vinculados con actividades del crimen organizado se duplicaron en el país.
Explicó que en 2000 la tasa de homicidios era de 14.1 por cada cien mil habitantes, mientras que en 2006 se incrementó hasta llegar a 22 homicidios por cada cien mil. Y eso alcanzó todavía su punto más alto en 2012.
No es la primera vez que Campa habla sobre lo ocurrido con Calderón con sentido acusatorio. En marzo dijo en una entrevista que el actual gobierno federal se encontró con que su antecesor “no fue capaz de prevenir” y por ello dejó los actuales problemas de violencia e inseguridad.
“Algunos de los emblemáticos niños sicarios de este país fueron expulsados de sus escuelas cuando padecían problemas de violencia en sus familias, por falta de protocolos de asistencia a este tipo de problemas… cuando uno investiga, profundiza en quiénes son los responsables, encuentra que son jóvenes, que padecieron entornos de violencia”, añadió.
El caso es que a estas dos voces hay que sumar la del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, que el pasado viernes tocó el asunto del ex inquilino de Los Pinos, durante su reunión con la Comisión Bicamaral de Seguridad Pública, en la que el panista Javier Corral lo cuestionó acerca de un pacto de silencio de este gobierno con medios informativos para no divulgar las cifras reales de la violencia provocada por las bandas criminales.
El funcionario respondió que no hay menos información, pero sí menos espectáculo y exhibió el dato de que de los 103 mil capos y criminales detenidos en la administración de Felipe Calderón, sólo 3 mil fueron sentenciados. Y una buena parte de esos criminales tuvieron que ser puestos en libertad, dijo Osorio, por la violación de sus derechos humanos, al exponerlos en televisión y montar espectáculos en torno a ellos.
Lo que hizo Osorio fue algo más que contrastar la estrategia actual del gobierno con la “guerra” perdida de los 60 o 100 mil muertos de Calderón.
“Es muy distinta (ésta) a la que se siguió en el sexenio pasado”, dijo. Lo que hizo fue probar la desinformación que en este país hubo a voluntad de Calderón durante el sexenio pasado. Y ese es un crimen que va de Calderón a sus operadores en seguridad, sobre todo Genaro García Luna, y a sus colaboradores en la tele.
En fin todos ellos han sido exhibidos en días recientes en su fracaso monumental e irresponsable lo mismo por notas que han sido desclasificadas en Estados Unidos que por esta secuencia de tres funcionarios del gobierno actual.
Pero la pregunta es: ¿no tendría más sentido, que la mera exhibición, tomarle ya cuentas de ese tenebroso pasado inmediato a Calderón y compañía? Porque si no de qué sirve todo esto.