Golpes contra Beltrones
Francisco Rodríguez martes 13, May 2014Índice político
Francisco Rodríguez
¿A quién beneficia el crimen? ¿Al candidato a presidir un partido político condenado a intentar levantarse de sus ruinas? ¿A los barones del capital que se sienten afectados por los cambios legislativos? ¿Quizá a quienes, en el gabinete presidencial, ven en su eficiencia y “colmillo” político una amenaza a sus mediocridades?
Ernesto Cordero Arroyo, candidato a presidir lo poco que ya queda del PAN —tras el desastroso paso por la presidencia de Vicente Fox y, sobre todo, de Felipe Calderón— podría ser el principal instigador de las notas periodísticas que provocaran que Manlio Fabio Beltrones recordara que, en otras ocasiones, cuando se ha usado abusivamente su nombre para cometer delitos, ha metido a la cárcel a los difamadores.
Y es que, seguro se enteró usted. Unos diarios publicaron en sus respectivas ediciones una misma nota en la que se involucraba al sonorense, quien actualmente coordina a la bancada de PRI en la Cámara de Diputados, de participar en el cobro de los llamados “moches” a ayuntamientos a los que se les tramitan recursos federales.
Obviamente, en tales notas se ligaba a Beltrones con el también diputado Luis Alberto Villarreal, quien por su parte coordina a los legisladores panistas en la Cámara baja, y a quien originalmente, desde hace meses, los mismos diarios atribuyen el principal papel protagónico en este escándalo.
El porqué Cordero estaría detrás de los ataques a Beltrones es, entonces, fácil de dilucidar. Querría potenciar el escándalo, que la verdad languidecía ya en los archivos de las redacciones.
Utilizando el nombre del ex gobernador de Sonora, habrían calculado él y su encargado de propaganda, el catalán Aleix Sanmartín, el aquelarre de los “moches” escalaría, volvería a las primeras planas y a él le daría material para fincar su campaña proselitista en una supuesta lucha contra la corrupción, prohijada por su rival Gustavo Madero y su protegé Villarreal.
Acto fallido, en todo caso. Como prácticamente todos los que emprende Cordero, quien todo mundo sabe está implicado en el caso de corrupción.
Y es que, inmediatamente, Cordero y Sanmartín habrían recibido la respuesta de Beltrones: denuncia penal y cárcel, como ya la sufren otros que han utilizado su nombre para perpetrar delitos.
BUEN POLÍTICO
Beltrones es un político de larga data y de resultados concretos. Quizá por tal, por las buenas cuentas que invariablemente ha presentado en su ya larga carrera como coordinador parlamentario (una vez en el Senado, ya dos en la Cámara baja) es blanco de críticas por aquellos que sienten lastimados sus intereses. Ahora mismo, no pocos empresarios del ramo ferroviario, lo mismo que aquellos cuya ambición y egoísmo serán mermadas por la nueva Ley Federal de Competencia o por las que componen la reforma financiera podrían estar en la nómina de quienes quisieran lastimar la trayectoria de Manlio Fabio.
La posibilidad del “fuego amigo” también está presente en el ataque periodístico a Beltrones. No dieron en el blanco. ¿A quién beneficia el crimen?
Índice Flamígero: A propósito de Manlio Fabio Beltrones, bien vale señalar que el sonorense selecciona muy bien a sus colaboradores más cercanos y que, cuando se trata de encargos que requieren inteligencia y experiencia, es todavía más cuidadoso. Por ejemplo, refieren compañeros adscritos a la fuente de San Lázaro, que esa es la razón por la que todos los asuntos que tienen que ver con manejo de la información política son pensados y manejados por el talentoso Jesús Anaya. En esta legislatura no existe un solo asunto de Beltrones que haya sido confiado a algún coordinador general, por ejemplo, de otra procedencia. Los que se ostentan como tales, sólo son ujieres para eventos. Quien diga lo contrario, no está bien enterado.