Pensión vitalicia
¬ Juan Manuel Magaña lunes 19, May 2014Política Spot
Juan Manuel Magaña
En vez de abrir la perspectiva democrática de este país, mejor la clausuraron. Y de qué manera.
De qué manera tan indigna y grotesca. La supuesta mayoría priísta, que más bien va contra el interés de la mayoría de la sociedad, se pasó de viva e impuso por sus pistolas la “corrupción legal”, y desde ahora piensa ganar las futuras elecciones de este país comprando de una vez al árbitro mayor, a los magistrados del Tribunal Electoral con una gran pensión de por vida.
Y mientras la minoría “opositora” no desperdició la oportunidad de exhibirse, otra vez, en toda su debilidad, en toda su sumisión, y mostrar una ingenuidad que irrita, al dejarse burlar y prestarse al juego de simular con “debate” su impotencia. Esa pensión era como para haber tomado la tribuna y no soltarla hasta que eliminaran la injusta prebenda.
Pero a eso se redujo toda la “reforma política”: a la descarada compra de los jueces. Todo en este país, lo poco que le queda ya, sigue en venta.
Qué cosa más descarada. De acuerdo con testimonios de diputados del PRD, PT, Movimiento Ciudadano y el panista Javier Corral Jurado, el PRI y el PAN introdujeron en el Senado una modificación subrepticia a la ley orgánica del Poder Judicial de la Federación a fin de permitir que éste otorgue pensiones vitalicias a los magistrados del Tribunal Electoral.
Todo lo que seguía tenía que ser espectáculo grotesco. Ante el engaño, la “oposición” fundamentalmente de izquierda se concretó a participar en el juego “legislativo” de vomitar pestes, mientras la mayoría priísta recibía ese vómito hasta con placidez -”bribones”, “pillos”, les gritaban-, al fin que se saldrían con la suya.
Con eso de las futuras elecciones de 2015 y 2018 era mucho lo que estaba en juego, y el PRI decidió que había que actuar.
Sus senadores y sus diputados se movieron en las sombras, de puntitas, hicieron su felonía y cuando les prendieron las luces no les importó, prosiguieron con su obscenidad.
Según esto, había acuerdos para que en este periodo extraordinario se llegara a una reforma política. Pues eso al PRI no le importó y prefirió traicionar esos acuerdos.
Y asistido por el PAN (la hipocresía) y por el “partido” Verde y el “partido” magisterial, metió la pensión vitalicia de los magistrados como el fin verdadero y único gran fin del reformón político.
Nomás había que escuchar al coordinador del PVEM, Arturo Escobar, queriendo vender esa pensión vitalicia en tribuna como ‘‘una conquista’’ de los magistrados, tanto que hasta festinó: ‘‘¡Recibirán una remuneración por el resto de su vida!’’. Wow!!!
Pensión de por vida de 400 mil pesos mensuales en un país con más del 50 por ciento de su población en situación de pobreza, con millones de trabajadores que se ven obligados a subsistir con uno o dos salarios mínimos, con adultos mayores de 60 años a quienes ese mismo Congreso concedió (¿o condenó a?) una pensión de 500 pesos mensuales para que se las arreglen como puedan y con otro tanto de trabajadores que, si quieren, tendrán que fondear su propio seguro de desempleo. Y con la sociedad en su conjunto que tendrá que pagar una carestía sin fin en lo que queda del sexenio.
Inmoralidad, ofensa, insulto. Los calificativos los trae la gente en la punta de la lengua. Pero a los autores intelectuales y materiales les vale.