La crisis de gobernabilidad se profundiza en el mundo
Roberto Vizcaíno lunes 5, Dic 2016Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
Los ciudadanos ya no sólo no creen en sus gobernantes: Instituciones, sistemas y regímenes sino que han aprendido a expresarlo.
Así hemos visto este año que está por concluir, cómo el voto ciudadano ha mandado al cuerno al sistema establecido más poderoso y hasta ese momento más estable en el mundo en EU para elegir a Donald Trump a quien todos los personajes incluyentes en esa sociedad advertían como un loco, acosador, empresario defraudador del fisco, xenófobo, incapaz y falto de experiencia para conducir los destinos de la primera potencia mundial.
Y de ahí hacia abajo:
En España casi pasaron un año y dos votaciones generales sin poder establecer gobierno para al final quedar igual, con el mismo presidente al frente del país al que un solo un dato lo califica: hay ahí 20 por ciento de desempleo.
En Alemania la protesta social contra su primera Ministra Ángela Merkel y su decisión de recibir a 1 millón de inmigrantes, ha derivado en un efecto dominó pausado, ya que a lo largo del año la gobernante ha visto como su partido ha ido perdiendo las votaciones a alcaldes y congresos en todo el país y eso amenaza su decisión de lanzarse en 2017 para un cuarto período al frente de esta nación.
En Inglaterra ocurrió lo que muchos no pensaban y por mayoría los británicos decidieron salirse de la Unión Europea lo que ha llevado a un cambio radical de jefes de gobierno.
En Francia es tal la crisis política y tan débil el mandato del socialista Fracois Hollande, que éste ha decidido no postularse para otro mandato y ha dejado suelta de alguna forma la posibilidad de que la ultraderechista Marine Le Pen, llegue al Eliseo.
En Italia apenas ayer el Primer Ministro Matteo Renzi perdió un referéndum con el que pretendía disminuir, achicar el Parlamento, y por ello anunció que hoy mismo presentaría su dimisión al presidente de la República, Sergio Mattarella. Renzi apenas cumplía mil días al frente del Ejecutivo, a donde llegó como consecuencia de otra crisis política.
En Grecia, y desde el año pasado, Alexis Tsipras -un ingeniero que lidera apenas por algunos puntos la Coalición de la Izquierda Radical-, gobierna el país con la amenaza de ser depuesto cada día.
En Austria ayer mismo ganó la presidencia el líder ecologista Alexander Van der Bellen por 7 puntos ante el ultraderechista Norbert Hofer, quien muchos pensaban iba a arrasar.
Uno de los pocos que mantiene puntaje alto de aprobación y apoyo en aquel continente, es Vladimir Putin, presidente de Rusia, quien a pesar de los esfuerzos de EU y aliados no ha podido minar sus apoyos ciudadanos.
Es así que en las últimas elecciones parlamentarias del 18 de septiembre ha visto cómo su partido arrasó con los asientos en el Congreso ruso.
NEGRO PANORAMA
El caso es que si pasamos del viejo continente al nuevo, las cosas no mejoran y entre las disputas por el poder y el rechazo ciudadano, vemos cómo los gobiernos y sus líderes cambian rápidamente.
Por supuesto que el caso venezolano es el más notable y hay quienes aseguran que con la expulsión de este país y su gobierno del Mercosur, la caída de Nicolás Maduro es el paso siguiente. Hoy Venezuela se levanta cada día en medio de la amenaza de una revuelta civil impredecible.
En el vecino Brasil las cosas no son menores y la deposición de la presidenta Dilma Rousseff, y la apertura de un proceso judicial por corrupción en contra de su antecesor, el ex presidente Inazio Lula Da Silva, mantiene a la sociedad dividida y en permanente estado de confrontación.
Los de al lado, en Argentina, con el conservador Mauricio Macri a la cabeza tampoco terminan por encontrar una estabilidad interna que les garantice un proceso de desarrollo.
Igual ocurre en Chile, donde la presidenta Michelle Bachelet no ve la suya, y un día se levanta con fuertes protestas estudiantiles y otro con levantamientos mineros o de otros sectores de la población.
En México el deterioro de la popularidad del presidente Enrique Peña Nieto es ya una constante que domina a fuertes sectores de la población y que, afirman algunos, podría restar gobernabilidad al país en momentos en que se ve que Trump llegará a la Casa Blanca en Washington a fines de enero con medidas directas en contra de México y porque el país vivirá momentos electorales de gran efervescencia.
LOS CIUDADANOS
En todos y cada uno de los casos descritos, el factor esencial de la crisis es la irritación ciudadana, la desconfianza y la incredulidad en sus sistemas y políticos.
Prácticamente en todos los casos el elemento puente son las nuevas tecnologías de la información y sus herramientas, es decir, Internet, twitter, Facebook y otras redes sociales.
Pero casi en todos los casos el eje de esa inconformidad es la incomprensión de los políticos respecto de estos nuevos elementos que predominan y determinan sus acciones y el presente y futuro de sus mandatos.
Los presidentes, líderes legislativos, gobernadores, alcaldes, dirigentes de partidos, etc, no entienden ni creen en las nuevas tecnologías.
Saben, repiten porque se los dicen, que las nuevas tecnologías y sus herramientas predominarán en los siguientes procesos electorales, pero pocos son los que las usan y quienes lo hacen sólo repiten a través de twitter y Facebook sus viejos slogans, frases y pensamientos.
No han entendido que el mundo, y sus mundos personales y nacionales, ya cambiaron. Es cómo querer seguir usando corbata y saco en un ambiente informal. Es una carrera perdida para la mayoría de ellos, simplemente porque no pueden cambiar de pensamiento y actitudes.
De ahí que la gobernabilidad no sólo en México, sino en el mundo entero, pasará por momentos muy críticos en 2017, debido a que habrá cada vez más ciudadanos que decidan votar por opciones no previstas o no social o políticamente correctas.
BOLAÑOS ALZA LA VOZ
Si las posiciones tuvieran en México la relevancia que debieran tener, el llamado que hizo ayer el presidente de la Cámara de Diputados, el panista morelense Javier Bolaños Aguilar sería asumido como el saque de una tarjeta amarilla en el futbol.
Y es que Bolaños advirtió ayer que, por si no se han dado cuenta, los 32 gobernadores del país debieran entender que México vive momentos difíciles en los que es esencial fortalecer la democracia y no caer en simulaciones.
Y Advirtió que la mayor carga de esta responsabilidad de buscar que los ciudadanos restablezcan su confianza en las instituciones, es de quienes acaban de asumir sus cargos.
Obvio que se refirió a Miguel Ángel Yunes en Veracruz, Alejandro Murat en Oaxaca y a Martín Orozco en Aguascalientes.
Les pidió trabajar unidos y coordinados con sus Congresos locales para así garantizar la justa aplicación de las leyes.
“Es urgente que a partir de ahora, los gobernadores que asumieron sus cargos en los días recientes arranquen sus mandatos con acciones en favor de sus entidades y de la Federación en su conjunto”, concluyó.
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