Berrinche presidencial
Alberto Vieyra G. martes 5, Nov 2019De pe a pa
Alberto Vieyra G.
AMLO esta enyerbado por el ‘culiacanazo’ y reparte culpas contra militares y medios de comunicación. El berrinche presidencial es monumental.
No cabe en la cabeza del presidente de la república que los periodistas y medios de comunicación le hayan dado tanta importancia al ‘culiacanazo’, sobre el cual el presidente y el titular de seguridad, Alfonso Durazo Montaño nos echaron cientos de mentiras, pues según él la prensa nacional sometió a un linchamiento público a su gobierno, ¿Qué quería el presidente lisonjas, cuando todo el aparato de comunicación del gobierno guardó un sospechoso silencio y vino a hablar de los hechos pormenorizados aunque no exentos de mentiras, dos semanas después?
El berrinche presidencial es de tal magnitud que hasta se ha dado el lujo de llamar a La Jornada, “un periódico independiente”, sin mencionarlo por su nombre, como un periódico irresponsable que divulgo una fotografía que no correspondía al ‘culiacanazo’ y en otra edición, opiniones del general Carlos Gaytán Ochoa quien hablo de la inconformidad de los mandos militares con la división que AMLO está provocando con los mexicanos, dijo el general Gaytán: “La sociedad está polarizada políticamente porque la ideología dominante, que no mayoritaria, se basa en corrientes pretendidamente de izquierda que acumularon durante años gran resentimiento, y afirmó que los frágiles contrapesos existentes han permitido un fortalecimiento del Ejecutivo que propicia decisiones estratégicas que no han convencido a todos, para decirlo con suavidad”.
Fue Gaytán subsecretario de la Sedena con Felipe Calderón, diría AMLO, cargándole las pulgas de lo malo a gobiernos del pasado, pero habrá que recordarle que los militares no tienen chaquetas partidistas, sólo saben de disciplina, de servicio al país y de fidelidad a las órdenes superiores.
¿Por qué AMLO arremete contra La Jornada que fue un periódico fundamental para conseguir la silla presidencial? La traición de AMLO nos habla de una ruptura con Carmen Lira, la directora de La Jornada, quien es su comadre y si el berrinche presidencial lo extiende hasta la señora Lira, ¿qué pueden esperarse los demás medios de comunicación a los cuales AMLO los ha equiparado con los perros pues el pasado viernes, en su soliloquio mañanero arremetió diciendo que: “muerden la mano a quien les quitó el bosal”? ¿Acaso en México no había libertad de expresión y fue el dios López Obrador quién nos heredó con sus enormes luces de sabiduría e inteligencia el derecho a la libertad de expresión, consagrado desde la primera constitución general de la república de 1814 de Apatzingán, promulgada por el generalísimo José María Morelos y Pavón? ¡Qué mentira tan colosal de AMLO!: AMLO no nos ha dado nada, y por algo es llamado el bombero piromaniaco.
La libertad de expresión ha existido en los últimos 200 años en México, solo que los periodistas que la hemos ejercido en plenitud, nos hemos tenido que atener a las consecuencias, a veces mas temprano que tarde.
Este átomo de la comunicación, irreverente por naturaleza contra los politicastros ineptos, corruptos, mentirosos y simuladores ha sido desde Miguel de la Madrid, hasta la fecha. Claro que he sido víctima del poder despótico y autoritario de Salinas, Calderón y hasta de Zedillo y, ahora víctima del chairismo que apoya al régimen amlista que nos conduce hacía el autoritarismo comunista.
En su reparto de culpas, AMLO cometió la gravísima e irresponsable revelación de señalar al Coronel de caballería, Juan José Verde Montes como el responsable del fallido ‘culiacanazo’, llevado a cabo con los pies y no por la DEA, que estuvo en Sinaloa 36 días antes, según la embajada norteamericana en México. Pero AMLO saldría un día después con que dijo mi ama que siempre no fue el coronel, sino otro militar del cual no dio su nombre para no poner su cabeza a merced de los cárteles.
AMLO viola con ello la Ley de Seguridad Nacional y no ha tenido hasta hoy los pantalones de decir que él y solamente él fue quien ordeno recular en la captura del “Chapito”, Ovidio Guzmán Lopez alias “El Ratón”, se entiende que, como Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas, AMLO fue el único que pudo haber dado dicha orden, quien a diferencia de Gustado Díaz Ordaz, quien si asumió la responsabilidad del Tlatelolcazo del 2 de octubre de 1968, a AMLO le han faltado cosas de varón para reconocer las metidas de pata cometidas en el ‘culiacanazo’.