El final de Calderón
José Antonio López Sosa miércoles 11, Dic 2019Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Era un secreto a voces que Genaro García Luna, conocido como el súper secretario en la administración de Felipe Calderón, tenía nexos con el crimen organizado. Lo documentó desde entonces con datos duros Anabel Hernández, colega periodista en su libro “Los Señores del Narco”. En el año 2011 la entrevistamos en ABC Radio y al aire nos aseguró de la protección al Cártel de Sinaloa desde el año 2004 y hasta ese momento tenía documentada por parte del entonces secretario de Seguridad Pública.
No fue una investigación del gobierno mexicano, como suele suceder es una denuncia del propio gobierno de los Estados Unidos quien lo lleva a estar detenido y seguramente, a enfrentar un juicio en la corte de Nueva York, donde se presentaron dichas denuncias.
Como si fuese un guión de novela, cuando se da a conocer la detención, la Fiscalía General de la República en México da a conocer que existe una carpeta de investigación y que se solicitará la extradición de García Luna.
La justicia está llegando con casi una década de retraso, uno de los personajes más siniestros de la política mexicana, quizás solo por detrás del difunto Fernando Gutiérrez Barrios, está hoy detenido en los Estados Unidos.
Ahora bien, el gran perdedor es Felipe Calderón que lo defendió en lo público y lo privado. Si no le salían las cuentas para conformar su partido político “México Libre”, con esta detención su imagen merma aún más, igual la del ex presidente Fox y la de sus colaboradores más cercanos y férreos como Javier Lozano, Fernando Gómez Mont, Eduardo Medina Mora, Alejandra Sota, etcétera.
Este es el principio del final político de Calderón, si es que en algún momento consideró revivir a través de Margarita Zavala.
Lo que esperamos es que la justicia llegue en verdad, que a partir de la detención y el juicio que se lleve contra Genaro García Luna se deslinden (de verdad) responsabilidades y se llegue al fondo de estos años de corrupción en los cuerpos de seguridad del estado mexicano.
Si la detención o el juicio no van más allá del propio García Luna, aún cuando fuere declarado inocente o culpable tras un juicio justo, no se tratará más que de otro chivo expiatorio, como tantos que engalanan el listado de las formas de hacer política en nuestro país.
Una vez más, las acusaciones de corrupción vienen desde los Estados Unidos y no desde México. Y, ¿en el sexenio de Enrique Peña?, además de Rosario Robles, ¿habrá alguien más implicado?, es la pregunta que sigue.
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