Y se salieron con la suya
Luis Ángel García viernes 7, Oct 2022Por la Derecha..!
Luis Ángel García
Funcionó el cabildeo del responsable de la política interior del país, trasladó sus oficinas de Bucareli a San Lázaro. Personalmente negoció, mejor dicho, presionó a denigrados senadores, mal llamados representantes populares, para que aprobaran el dictamen que posibilita la extensión del Ejército en funciones de seguridad pública hasta 2028. De pena ajena los ocupantes de las curules que hace sólo unas semanas vociferaban en ese mismo recinto que no pasaría este capricho presidencial.
Vergonzosa la actitud entreguista de algunos senadorcitos que, como los “ratoncitos verdes” de la Selección Nacional, no tuvieron los tamaños para mantener el bloque opositor. ¿Así quieren ganar los aliancistas las elecciones presidenciales de 2024, si no pueden mantener una posición legislativa, a la que se habían comprometido públicamente? Pudo más el ofrecimiento de dinero, la promesa de cargos en la administración pública o en el servicio exterior, aún más, cautivarlos con la idea de ser candidatos de Morena a la gubernatura de sus estados o, de plano, la amenaza de ser requeridos por el Ministerio Público y la evidente posibilidad de ir a la cárcel. Triste espectáculo el que escenificaron nuestros tribunos; para el olvido, de no ser porque está en medio un tema sensible para 130 millones de mexicanos: la seguridad, la defensa de la vida, de su integridad y su patrimonio.
Como los ratoncitos de Hamelín, cautivados por la flauta del titular de Gobernación, uno a uno, los senadores que se requerían para obtener las dos terceras partes de la votación, cambiaron el sentido de sufragio y concedieron al inquilino de Palacio Nacional su deseo de entregar a los militares el manejo de la seguridad pública, como lo ha hecho con infinidad de actividades que corresponden a los civiles.
Con qué cara verán los miembros de la Cámara alta -no a sus electores, a quienes no han vuelto a ver desde que pidieron su voto-, sino a sus familias, a sus hijos, cuando resientan en carne propia el fracaso de esta fallida estrategia de seguridad, la cual no ha funcionado desde hace tres lustros.
En esta administración, la gran asignatura pendiente -ya lo hemos dicho en este espacio-, es la seguridad pública ante la ausencia de una política criminal eficiente que haga frente a la delincuencia organizada, a la violencia política, a las adicciones, a la filtración de las mafias en las áreas de gobierno, a la corrupción de policías, ministerios públicos, jueces y magistrados, y lo más peligroso, a la pérdida de la gobernabilidad en la tercera parte del territorio nacional.
Ante el panorama antes descrito, nada han hecho las fuerzas armadas para cambiar esa situación en más de tres años que llevan en la calle. Eso habla de que es errónea la estrategia de querer convertir a los soldados en policías, sobre todo cuando se les exige no “agredir a sus agresores”, pero sí tener roces fatídicos con la ciudadanía. El hackeo de que fue objeto la Defensa Nacional no es cosa menor y pone al descubierto, no sólo la debilidad del gobierno mexicano, sino el peligro que corre la población toda porque el último baluarte de nuestra seguridad es incapaz de proteger sus propios datos. Sin embargo, se salieron con la suya, tendremos a los “verdes” en las calles por una eternidad, ya que nuestros parlamentarios no pudieron defender una causa ciudadana. El gobierno renuncia a cumplir con una obligación primigenia, dar seguridad a la población.
Mientras tanto, se mantendrá el proyecto político de la 4T en 2024, ya que la oposición no puede presentar un frente amplio que pare a Morena. La Alianza por México resultó una quimera.