¿Y ahora qué?… ¿vendrá EU por ‘su’ presa mayor?
Roberto Vizcaíno martes 12, Nov 2024Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
El aplauso estridente de Morena y Claudia Sheinbaum a los 38 años de cárcel dictados a Genaro García Luna por un juez estadounidense en Nueva York fue una aprobada validación, incitación, clamor para que la justicia de allá venga a arreglar nuestros grandes problemas de impunidad de acá.
Es la solución perfecta ante la ausencia de condiciones… y voluntad política en México para procesar a los grandes delincuentes en tribunales del país.
Una condición ideal es que a nuestros grandes delincuentes se los lleven a Nueva York para que un juez y un tribunal norteamericanos los juzgue y sentencie ante la vista de todos aquí, sin que ninguna autoridad ni institución nacional tenga nada que hacer.
Oiga Usted, pues es algo que ni los Simpson pensaron.
En ese mismo tribunal, con ese mismo juez federal, Brian Cogan, y en la misma ciudad de Nueva York ensayaron primero con el mayor capo del narco mexicano y mundial, con Joaquín El Chapo Guzmán (díganle por favor “señor”, pediría el de Macuspana en una de sus mañaneras).
Pero no sólo eso, establecieron método y presentaron a sus testigos, puros delincuentes y eliminaron las pruebas, sólo quedaron los testimonios que, en Derecho, dicen quienes saben, no son válidos para sentenciar a nadie. Sólo dichos no hechos.
No importó. El circo estaba completo.
Luego, ante el asombro de la cúpula militar mexicana, del presidente Andrés Manuel López Obrador y de la clase política allá continuaron con el ensayo al capturar al ex secretario de la Defensa, al general Salvador Cienfuegos, acusado por corrupción y vínculos con el narco.
Todo estaba preparado para llevarlo ante el mismo juez, juzgado y ciudad de Nueva York. Pero una jugada bajo la mesa lo regresó a México bajo la promesa de que aquí sería procesado. Eso nunca ocurrió. Y todo quedó en una exhibición del gobierno de México como encubridor de delincuentes.
Pero en EU todo estaba ya preparado para continuar con sus intenciones de ir a fondo contra los funcionarios mexicanos y vino la captura de Genaro García Luna.
El primero en celebrarlo fue el presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien se comenzaba a señalar con vínculos y financiamiento del narco.
Pero para él era la situación ideal para atacar a su enemigo central: al ex presidente Felipe Calderón.
Los norteamericanos le aventaron el bocado envenenado y él se lo tragó goloso.
Las etapas del juicio, las declaraciones de los testigos, los análisis y comentarios fueron seguidos minuciosamente por AMLO desde sus mañaneras para, con sorna, con una sonrisa burlona, arremeter contra Calderón e iniciar una persecución en México, dentro de su gobierno, contra ex colaboradores del ex secretario de Seguridad.
Y llegó la ansiada sentencia
Inexpresiva, siempre rígida, dura la sonrisa, la presidenta Claudia Sheinbaum esta vez no pudo ocultar su satisfacción.
Ayer, continuó con su tema al exigirle al ex presidente Felipe Calderón ofrezca disculpas a los mexicanos por haber designado a Genaro García Luna como su secretario de Seguridad.
Sin entender que en política todo lo que se dice, afirma, condena se puede revertir, Sheinbaum lo llamó cínico y consideró increíble que diga que no sabía de los malos pasos de su colaborador.
Así, al decir todo lo que dijo respecto del caso, la presidenta Sheinbaum validó, legitimó que la justicia de EU haya enjuiciado a El Chapo Guzmán, que haya detenido al general Salvador Cienfuegos, que haya enjuiciado y condenado a Genaro García Luna y que vaya a procesar ahora a Ismael El Mayo Zambada y los Chapitos, todos ellos delincuentes mexicanos que cometieron sus fechorías en México.
Valida además el comentario del juez Cogan, quien al dictar sentencia a García Luna dijo, ¿premonitorio?:
“El delito aquí es tan abrumador que sugiere una necesidad real de enviar un mensaje a otros funcionarios públicos”. (Sí, los subrayados y cursivas son míos pero la advertencia es del juez).
¿En quién pensaba el juez Cogan al decirlo? Evidentemente se refería a funcionarios mexicanos.
Ya veremos. Se ha hablado mucho de quién podría seguir en ese juzgado.
El festejo fue de palacio al senado y san lázaro
En las cámaras de Senadores y Diputados el fallo del juez Cogan fue el trampolín sobre el cual los legisladores de Morena, como los elefantes de la canción, se balancearon hasta desbordar la paciencia de los panistas.
A coro pidieron a la justicia estadounidense procesar ahora al ex presidente Felipe Calderón.
Gritos, discursos en tribuna y hasta una gran manta desplegada en una de las paredes del Pleno senatorial festejaban la sentencia del juez estadounidense como si fuese un gran triunfo propio de los de Morena.
Acorralados, los panistas cedieron y, a su vez, validaron el fallo. Marko Cortés, presidente del PAN, aprovechó igual la sentencia aplicada al ex secretario de Seguridad de Felipe Calderón para cobrarle facturas a su enemigo el ex presidente.
Pidió al igual, que el resto del coro, que Calderón de la cara, que comparezca ante los mexicanos y que diga cómo fue que nombró a García Luna en ese cargo… y cómo fue posible que no supiera lo que se supone hacía.
Al aplaudir el juicio y la sentencia todos ellos aprobaron, validaron, casi clamaron que la justicia de EU enjuicie y castigue a los funcionarios delincuentes de México.
Hoy, en medio de la fiesta no hay que olvidar ni minimizar las denuncias, los señalamientos, las menciones que los grandes diarios de EU con base en investigaciones de la DEA y otras agencias de EU, apoyados en menciones que los mismos delincuentes que declararon contra García Luna han hecho para señalar al ex presidente Andrés Manuel López Obrador. No, no se puede ignorar lo que han indicado sobre un financiamiento de los grandes capos del narco a las campañas presidenciales del ex presidente.
No ahora, que todos aplauden lo de García Luna.