Consumo de drogas pasó de ser problema de salud pública a uno de seguridad
Nacional jueves 26, Jun 2025- Más allá de la criminalización
- El prohibicionismo ha generado respuestas equivocadas a este fenómeno

El marco prohibicionista al uso de sustancias psicoactivas ha generado respuestas equivocadas al fenómeno, toda vez que lo ha convertido más en un problema de seguridad que en uno de salud.
Hablar sobre drogas en México con frecuencia remite al narcotráfico, cárteles, violencia, capos y múltiples figuras que poco a poco dejan fuera del discurso lo que originalmente es el consumo de sustancias psicoactivas: un problema de salud pública.
Múltiples son los motivos por los cuales las personas deciden consumir drogas, sin embargo, como en otros problemas de salud pública, son las medidas de prevención y tratamiento sustentadas en información científica, confiable y completa las que pueden ser de utilidad para entender mejor el problema.
Si bien los delitos contra la salud se encuentran establecidos con todas sus consideraciones en el Código Penal Federal de México, organizaciones civiles como el Instituto RIA continúan buscando la forma abordar el consumo de sustancias psicoactivas más allá de la criminalización, sino con una perspectiva de derechos humanos, justicia social y construcción de paz.
La responsable del desarrollo organizativo del Instituto RIA, Dalel Pérez, señaló que el marco prohibicionista al uso de sustancias psicoactivas ha generado respuestas equivocadas al fenómeno, toda vez que lo ha convertido más en un problema de seguridad que en uno de salud.
«En la experiencia no sólo de México, sino de otros países latinoamericanos que se han visto en la misma posición donde la violencia armada y la persecución están presentes, se desvía la atención de los recursos y no se atiende el problema en materia de salud pública […] es como decir ‘como ya es ilegal y como te vamos a perseguir, te estamos deshumanizando con la narrativa prohibicionista. No nos importa tu salud, ni como te sientas, no nos importa si vives o si mueres porque al final de cuentas tú te lo buscaste como persona usuaria'», reflexiona sobre la problemática la también Maestra en Estudios Latinoamericanos por la UNAM.
Para Dalel Pérez, el prohibicionismo de las drogas también se convirtió en un fundamento político que legitima la violencia por parte de actores estatales y no estatales. Desde las comunidades de personas cultivadoras que no tienen oportunidades de movilidad social y hasta aquellas que padecen los estragos de la violencia armada, los desplazamientos, el despojo de tierras, las desapariciones forzadas, entre muchas otras consecuencias adversas.
Argumentos morales y políticos
Además de los múltiples intereses económicos que motivaron la implementación de la prohibición en Estados Unidos, activistas y consumidores coinciden en que se realizó sin tomar en cuenta bases científicas, sino que más bien se basaron en argumentos morales y políticos.
La decisión de Estados Unidos influyó para que otras naciones que están cerca de su territorio ya sea geográficamente o en términos económicos, también adoptaran la misma política prohibicionista y se sumaran al combate a las drogas desde un enfoque de seguridad y no de salud.
«Hemos aprendido de décadas y décadas de estas estrategias de choque frontal que es una estrategia fallida, que está costando muchísimas vidas, que está teniendo costos humanos y en materia de derechos humanos muy altos», reflexionó Dalel Pérez.
Los argumentos a favor y en contra
El consumo de drogas es una realidad en México. Los últimos datos sobre el panorama de los que se tiene registro son de 2017, cuando se realizó por última vez la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco.
Aún así, ante la demanda de los consumidores siempre ha existido una oferta que, al ser parte de una economía ilegal, el millonario negocio ha quedado en manos de actores no estatales que utilizan la violencia y la coerción para cuidar sus propios intereses.
La falta de regulación de dicho mercado supone también un riesgo para los consumidores. No sólo desde el encuentro con sus distribuidores sino también por la calidad del producto que les venden el cual puede llegar a ser modificado o combinado con sustancias distintas a las que creen estar ingiriendo.
«En cuestión de impuestos, en cuestión de ingresos, si es que el Estado llega a regular y tomar parte en estos mercados, ya se ha comprobado a través de encuestas e investigaciones que las personas usuarias de sustancias estarían dispuestas a pagar más por su sustancia si no tiene un rastro de sangre, un rastro de violencia», apuntó la experta.
Si bien pasar dicha economía al marco legal podría desestimular o disminuir el uso de violencia armada o en situaciones como la desaparición forzada o el trabajo esclavizado, uno de los argumentos en contra de este punto recae en la diversificación de las actividades criminales que grupos delictivos podrían buscar al perder su negocio de trasiego de drogas.
Por ejemplo, una dinámica documentada por InSight Crime da cuenta de que el auge de las drogas sintéticas como las metanfetaminas o los opioides sintéticos derivó en parte de la regularización del mercado de plantas psicoactivas como la marihuana en algunas entidades de Estados Unidos. Ante dicho panorama, algunos grupos criminales en México adoptaron como su principal economía delictiva ya no el tráfico de drogas sino la extorsión.
Crece el consumo de fentanilo en México
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), en su Informe Mundial sobre las Drogas 2025, afirmó que el fentanilo provocó en nuestro país un incremento significativo en el número de casos de personas en tratamiento y atención por consumo de drogas entre 2018 y 2023.
Mientras las muertes por sobredosis de fentanilo muestran una tendencia a la baja en Estados Unidos y Canadá, el consumo de ese opioide sintético en México va en aumento.
En su Informe Mundial sobre las Drogas 2025, publicado este miércoles, afirmó que el fentanilo provocó en nuestro país un incremento significativo en el número de casos de personas en tratamiento y atención por consumo de drogas entre 2018 y 2023.
“Tanto en Estados Unidos como en Canadá se observaron indicios iniciales de disminución en el número de muertes en la segunda mitad de 2023 y en 2024. En México, en cambio, el fentanilo provocó un aumento significativo en el número de casos de personas en tratamiento y atención por trastornos por consumo de drogas entre 2018 y 2023”, advirtió.











