Peña y PRI al contra-ataque
* Especiales, Elecciones 2012, Roberto Vizcaíno viernes 6, Jul 2012Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- Coldwell dijo que el PRI y EPN aceptarán el conteo total de votos si AMLO lo pide
- Pero acusa a López Obrador y los suyos de montar la patraña de las tarjetas de Soriana
- López Obrador es un mal perdedor, dice el mexiquense y le pide reconocer su derrota
Seguido por casi todos los medios, Andrés Manuel López Obrador y su primer círculo, encabezado por el senador Ricardo Monreal, sembró a lo largo de la semana que concluye, la percepción de que la elección presidencial se realizó bajo severas irregularidades.
Con tres millones de votos debajo de Peña Nieto, el tabasqueño ahora no cuestionó el número de votos, sino el procedimiento de la elección.
Su negativa a reconocer su derrota la fue reforzado con supuesta compra masiva de votos a través del reparto de tarjetas de prepago de las tiendas Soriana.
Colateralmente sus operadores que manipulan a los del #YoSoy132 lanzaron a los jóvenes a realizar manifestaciones, cercos de instalaciones del PRI, Televisa y del IFE para crear la idea de que existía una rechazo generalizado al proceso electoral.
Bueno, hasta protestaron en otros países con lo cual se incluyó la participación de la prensa internacional en este rollo.
Pero vino el conteo oficial de las actas y votos a nivel de los 300 distritos electorales y se ejecutó la orden de abrir 78 mil 12 paquetes electorales, es decir, revisar y recontar el 54.5 por ciento de las casillas de la elección presidencial todo eso dentro del espacio y la vigilancia del IFE.
Esto comenzó el miércoles, y entonces los reclamos y quejas de los lopezobradoristas y sus aliados y simpatizantes dejaron de tener prioridad.
El conteo culminó el jueves y las quejas de irregularidades se cayeron porque los que recontaron y revisaron las casillas y votos, incluidos los representantes del PRD, PT y Movimiento Ciudadano y los de López Obrador, simplemente no encontraron nada. Incluso ocurrió lo que había pasado ya en otros casos: resulta que el recuento benefició a Enrique Peña Nieto y disminuyó los votos de Andrés Manuel López Obrador.
En eso andaba el IFE y AMLO cuando a media tarde de ayer jueves aparecieron el líder del PRI, el senador Pedro Joaquín Coldwell y el propio Peña Nieto –este a través de un par de entrevistas a dos medios internacionales-, para advertir que si bien el IFE había revisado y recontado el 54.5 por ciento de las urnas, ellos estaban dispuestos a apoyar la revisión y recuento del otro 45 por ciento de los paquetes electorales.
Esto para demostrarle a López Obrador que no hubo ni fraude ni compra de votos o la aplicación de alguna otra artimaña. Y acabar con la campaña que trae el tabasqueño para deslegitimar la elección presidencial.
Y no sólo eso, Pedro Joaquín Coldwell como Peña Nieto acusaron a López Obrador, sus partidos y sus colaboradores de ser los autores de un montaje con el cual pretendieron hacer creer a los medios informativos y los mexicanos que el PRI había entregado miles, millones de tarjetas de prepago para que quienes votaran por Peña Nieto pudieran abastecerse luego en las tiendas Soriana.
Para fundamentar su acusación, el abogado del CEN del PRI, Raúl Cervantes presentará una demanda ante la PGR para que esta dependencia investigue el caso y determine qué hay y quién está detrás de todo este asunto de las tarjetas de Soriana.
Durante la rueda de prensa en que se dio a conocer esta denuncia, se presentó a los representantes de los medios un video donde aparece López Obrador denunciando el uso de entrega de despensas y tarjetas de prepago para la compra de votos, pero donde simultáneamente se documenta cómo brigadas de López Obrador reparten bolsas de mandado con la imagen del tabasqueño y repletas de kilos de arroz, frijol y otros productos obteniendo así el compromiso de la gente de que se votará por López Obrador.
Es decir, todo lo que el tabasqueño le imputa al PRI lo hacen sus brigadistas para obtener votos.
Con esto el PRI y su candidato presidencial ganador pasaron al contra-ataque mediático y jurídico para enfrentar y revertir la campaña de deslegitimación iniciada por López Obrador desde la noche misma del día de la elección, en que pese a que se había comprometido a reconocer los resultados, no lo hizo.
Al respecto Peña Nieto en sus entrevistas advierte que al seguir este camino, López Obrador se confirma como alguien que no sabe ni puede reconocer sus derrotas.
MAL PERDEDOR
“Es un mal perdedor… su historia es muy clara, no ha sabido aceptar sus derrotas en ninguno de los procesos en los que ha participado… “
¿Su actitud hoy?
“Fue otra distinta cuando fue elegido jefe del Gobierno del DF, entonces sí eran instituciones democráticas y la participación transparente. Es la actitud que le conocemos y tengo la sensación de que no ha cambiado.
“Sin embargo debo reconocer que ha asumido una actitud hasta ahora de mayor moderación y esperaría que por el bien de México, y por respeto a los mexicanos, reconociera el resultado evidente y claro que se dio el pasado domingo.
“Insisto hay tres fuerzas políticas predominantes y creo es clara a cuál le dieron los ciudadanos el mayor respaldo, que es la que represento, con una diferencia de más de 3,2 millones de votos”, señaló el candidato ganador.
El mexiquense indicó que ni él ni su partido acudieron a la compra de votos para obtener triunfos en esta elección
“Yo niego categóricamente este tipo de acusaciones; condeno cualquier práctica dentro de cualquier partido político, incluido el mío, de recurrir a mecanismos de coacción, de condicionar o de compra de votos, pero también estoy convencido del desarrollo político de nuestro país…
“También creo que este ha sido el proceso electoral con mayor participación ciudadana, más de 49 millones de mexicanos votaron; tres millones de ciudadanos vigilaron el proceso, autoridades electorales contaron los votos… Creo que no ha habido en la historia política de México un proceso con tanta participación ciudadana. Y no reconocer esto simplemente porque no favorece a uno no me parece válido”, precisó.
De los videos que han circulado para acusar al PRI de entregar tarjetas de prepago de Soriana a cambio de votos, Peña Nieto reviró:
“¿Quién te dice que estos videos (de testimonios) no son armados por los propios adversarios?… El partido se apegó a Derecho y siguió un proceso transparente. El partido invirtió a lo largo de la campaña lo que la ley le permite… este tipo de juegos puede ser tan armado y orquestado por quien hace ese tipo de señalamientos.
“Me parece que cualquier prueba que se tenga, se presente. No está en tu servidor hacer valoración de videos que eventualmente se presenten ¿Quién los hizo? ¿Quién habla? ¿A quien responden? ¿Quién te dice que estos videos no son armados por los propios adversarios? ¿Qué credibilidad tienen? Yo la pondría en duda, como seguramente muchos pueden dudar de la validez o de la legitimidad o autenticidad que tengan este tipo de testimonios. Si hay pruebas fehacientes, contundentes, que se presenten ante la autoridad legal que corresponda”, exigió.
Es así como ahora Peña y el PRI dan respuesta a López Obrador y los suyos y van al campo de guerra para detener la campaña mediática de deslegitimación del proceso presidencial.
HABLAN OBSERVADORES
Otros que salieron a responder a AMLO y los suyos, fueron los representantes de varias organizaciones de la sociedad civil que participaron como observadores del proceso electoral.
Miembros de la Fundación para el Desarrollo Social y la Promoción Humana, la Comisión Mexicana de Derechos Humanos, la Fundación Movimiento por la Certidumbre, Ecociudadanía del Futuro y la Asociación Nacional Cívica Femenina señalaron que independientemente de algunas irregularidades, “no se puede deslegitimar la decisión que millones de personas tomaron a través de su derecho al voto”.
Enrique Vega Castillo, en representación de estos observadores, afirmó que las instituciones electorales no debieran ser presionadas como lo han sido y pidieron a candidatos y sus partidos a que acepten los resultados electorales oficiales, pues estos son simplemente el reflejo del poder de elección de los ciudadanos quienes ejercieron su derecho al voto en las urnas, “y no se puede pretender que todos voten en un sentido”.