Mismo saqueo con diferente protagonista
Augusto Corro jueves 3, Nov 2016Punto por punto
Augusto Corro
Los gobernadores llegaron al poder con una meta: saquear el erario. El robo de recursos públicos es un escándalo por lo mayúsculo de la corrupción. El caso de Veracruz es un ejemplo claro de un estado en crisis económica y política. En Chihuahua, la historia se repite, pues el ex mandatario dejó en bancarrota a la entidad. En el asunto de Veracruz, el gobernador con licencia, Javier Duarte de Ochoa, es buscado por la policía para que responda por los delitos de peculado, enriquecimiento inexplicable, etc. No lo encuentran por ningún lado. Mientras, el escándalo de su pésima administración crece sin que se contemple una solución cercana.
Resulta que 35 presidentes municipales veracruzanos se encuentran día y noche en Palacio de Gobierno en espera de una entrevista con el gobernador Flavino Ríos, a fin de que les entreguen el dinero destinado por ley, para las alcaldías, pero desviado por Duarte de Ochoa. La cantidad que se adeuda a los alcaldes asciende a 3 mil 300 millones de pesos.
El martes, el equipo de transición del gobernador electo, Miguel Ángel Yunes Linares, de la coalición PAN-PRD, se negó a participar en la reunión de recepción-entrega de gobierno, hasta que se pague lo que se debe a los municipios, que debe ser en una sola exhibición. El nuevo mandatario asumirá el poder el próximo 1 de diciembre, pero advirtió que para esa fecha ya deben estar saldadas las deudas.
La situación se ve compleja, porque las autoridades de Hacienda federal descartaron la posibilidad de solventar las deudas adquiridas en los municipios veracruzanos que los tienen al borde de la quiebra. Dijeron que sólo se les podrá apoyar en la adquisición de créditos a corto plazo y otras opciones que así regule la ley. Continúa, pues, la incertidumbre en Veracruz.
CHIHUAHUA
En el estado norteño de Chihuahua, su gobernador, Javier Corral, recién llegado al poder, acusó a su antecesor, César Duarte Jáquez, de dejar la entidad con déficit financiero de 7 mil 200 millones de pesos. Le pidió al gobierno federal 2 mil millones de pesos para rescatar la economía estatal y le planteó una oferta de ahorro para 2017.
Esto ocurre en materia económica, pero en relación a encarcelar a Duarte Jáquez por el sinnúmero de delitos que cometió relacionados con peculado y corrupción se la lleva tranquila el mandatario panista. Dijo que la Fiscalía de Chihuahua fincará las debidas responsabilidades contra el exmandatario estatal.
Durante la ceremonia de toma de protesta, el 4 de octubre, Javier Corral se pronunció por eliminar “los actos de corrupción del gobierno estatal y cambiar un sistema que ha privilegiado a la minoría y ha olvidado a los más débiles”.
El mismo patrón delincuencial de Duarte de Ochoa practicó el gobernador de Chihuahua, Duarte Jáquez. De este último se espera que las autoridades lo vigilen para que no huya como su colega veracruzano. En España, el Ejecutivo chihuahuense fue demandado, junto con su esposa, Bertha Olga Gómez Fong, por intentar el pago de una deuda personal de 4 millones de dólares con recursos estatales.
Duarte Jáquez, de vendedor de coches seminuevos en pocos años de gobierno logró participar como accionista en el Banco Progreso Chihuahua. ¿Cuándo estallará la bomba política chihuahuense? La dinámica para enviar a la cárcel al ex gobernador Duarte Jáquez es más lenta que la activada en Veracruz contra Duarte de Ochoa; aunque los resultados son infructuosos.