El peor ciego
Armando Ríos Ruiz viernes 13, Dic 2019Perfiles de México
Armando Ríos Ruiz
Muchos mexicanos aseguran que el hombre mejor informado de lo que ocurre en México, es el Presidente de la República. Es obvio. Todos los funcionarios están obligados a mantenerlo enterado. No hacerlo sería parte de la ineficacia, de la ignorancia del servidor público, que lo exhibiría como un incompetente y por lo tanto, nada merecedor del cargo que ostenta, sea cual sea.
Además cuenta con muchos otros medios para tener en la mente lo que ocurre en el país que gobierna. Sabe, inclusive, cosas que debe callar y que difícilmente llegarán a ser del conocimiento público. Los regaños, los encargos, las órdenes de la Unión Americana, jamás serán conocidos, por ejemplo.
Extraña de sobremanera que, tras el arresto de Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública durante el gobierno de Felipe Calderón, el ex presidente mostrara sorpresa por la aprehensión y que además afirmara, sin que nadie le preguntara, que desconocía los hechos que le imputan, razón de su búsqueda y detención.
Nadie puede creer que el ex presidente gobernara dormido y con orejeras para evitar los ruidos y quizá los rumores, salvo que, efectivamente, siempre estuviera como una vez lo describieron: fuera de combate por la ingesta de esas “agüitas que atarantan”.
En todo caso, debió ser el único que no sabía lo que hacía su subordinado, cuando todos los mexicanos conocían los pasos que daba el ex policía, gracias a las exhibiciones que de él hacían los “narcos” que no figuraban en la lista de aceptados y que eran perseguidos para dar la impresión de que se les combatía sin distinción y sin miramiento alguno.
Se sabe que los jefes policiacos encargados de acabar con la delincuencia organizada, así han trabajado durante muchos años: permiten que unos actúen a discreción, previo contrato no escrito, comprometidos a entregar jugosas cantidades de dinero y otros son de veras perseguidos, acorralados, capturados, encerrados y hasta asesinados.
Para los últimos no existe misericordia. Para los consentidos hasta se les permite la salida de la cárcel, si es que son recluidos, porque adentro no producen y el acuerdo es otro.
En los momentos de poder de Genaro García Luna, corría fuerte el rumor en las instancias policíacas, de que estaba a cargo de todos los delitos que reditúan mucho dinero. Por ejemplo, se aseguraba que por órdenes de él, muchos hombres importantes por ser poseedores de grandes capitales, eran no sólo candidatos al secuestro, sino efectivamente secuestrados. Por los rescates se exigían sumas millonarias.
Policías también –algunos ya muertos-, aseveraron que en la casa del chino Zhenli Ye Gon, encontraron un verdadero mar de dólares. Sólo fue presentado a la Prensa una parte, por cierto muy cuantiosa, que sumaba poco más de 205 millones de dólares. Pero otra parte también muy cuantiosa, afirmaban, fue repartida entre García Luna y funcionarios a quienes debía lealtad y obediencia.
Ahora se pide desde las más altas esferas del poder, que no se adelanten juicios sobre el ex Presidente, cuya esposa ha presumido que jamás han dejado de vivir en la casa que ya tenían, antes de que su esposo fuera el máximo mandatario. Los vecinos dicen que es cierto, sólo que compró y añadió todo lo que la rodea. (¿Chivo expiatorio, como Rosario?)
La casa está en la colonia Las Águilas y de acuerdo con una investigación realizada por ADNPolítico, tenía 450 metros cuadrados antes de la ascensión al poder y después, mil 623.15 metros cuadrados. El periodista Daniel Lizárraga publicó que las compras de terrenos las realizó la señora, cuando no tenía sueldo como presidenta del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia.