El engaño del siglo
Alberto Vieyra G. martes 11, Feb 2020De pe a pa
Alberto Vieyra G.
En la historia del presidencialismo mexicano, ningún presidente se había comportado tan irracional, truculento, mentiroso y con actos de gobierno tan absurdos y surrealistas, como Andrés Manuel López Obrador quien finalmente no podrá rifar el avión presidencial porque no es de México y la Ley Orgánica de la Lotería Nacional no permite rifar en especie, sólo en dinero, por lo cual AMLO recurrirá a una colecta nacional e internacional para comprar equipo médico para “estar a la altura de Dinamarca, Bélgica” y otros países de primer mundo, Europeos. Por lo pronto estamos “en la chilla” en materia de salud, lo cual es criminal que no haya medicamentos ni instrumental y ni pomadas para caídas y raspones. Poco le falta al señor presidente para clamar una “lismonita” por el amor de Dios para comprar equipo médico para mi pueblo “bueno y sabio”.
En suma, este avión no se coció, quiero decir que este avión presidencial ni se rifó, ni se rifará y lo conservará la Fuerza Aérea Mexicana como una poderosa cortina distractora para esconder los principales problemas como el desastre en la economía nacional, la inseguridad, la educación, la salud y tal y tal. El presidente tendrá su avioncito para seguir con el engaño del siglo para los mexicanos. Sí, el faraónico avión presidencial se convirtió en el gran engaño del siglo. Es todo un enredo que ni AMLO, ni nadie le entiende.
Veamos brevemente sobre la truculenta rifa o colecta:
El sorteo de la Lotería Nacional será el 15 de septiembre, mediante la venta de 6 millones de cachitos de a 500 pesos. Y ya salió el peine sobre cómo se colocarán dichos cachitos. La burocracia nacional deberá comprar a producto fiel de la consorte del gallo casi 2 millones de cachitos; a los empresarios les pasará la charola con 40 mil boletos; medio millón se venderán en el extranjero ¿quién sabe quién le crea a la Lotería Nacional?, la ponzoñosa partidocracia deberá colocar entre sus militantes más de 1 millón de cachitos y el resto será vendido entre el “pueblo bueno y sabio” y así por el estilo hasta llegar a los 6 millones de cachitos con los cuales se recaudarían 3 mil millones de pesos, pero independientemente de que se vendan o no todos los cachitos, AMLO garantiza que los 100 número premiados contarán de ante mano con un colchón de 200 mil millones de pesos que tiene el famoso Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado y con justa razón la gente se pregunta ¿Por qué esperar hasta septiembre para comprar el instrumental médico si se cuenta con dinero suficiente para ello? ¿No le parece a usted aberrante? O ¿Será que el inquilino de Palacio Nacional ya está más echo bolas que el engrudo?
En la rifa del avión presidencial, sin el avión de por medio, habrá 100 ganadores con un premio de 20 millones de pesos cada uno, libres de polvo y paja, es decir que no pagarán impuestos, con lo cual AMLO viola la ley que acaba de reformar para desterrar en México la exención de impuestos, pero como en todos los casos impera la ley AMLO, pues entonces que se haga la voluntad de los bueyes de mi compadre. Además, AMLO convertirá a 100 millones de mexicanos en secuestrables, esto es que las mafias criminales se darán a la tarea de rastrear quiénes fueron esos nuevos millonarios que estarán en la mira de esas mafias criminales, a sabiendas de que en México hay impunidad por aquello de que se tolera todo y porque a las mafias se les combate con “abrazos y no con balazos”.
Aquí entre nos: ¿Le gustaría a usted ponerse en la mira de la delincuencia y convertirse en uno de los 100 secuestrables? Bueno, pues éntrele a los cachitos y hágale el caldo gordo a AMLO.