Choque de trenes
Alberto Vieyra G. martes 8, Dic 2020De pe a pa
Alberto Vieyra G.
El “¡no jodan!”, pronunciado el pasado 1 de diciembre por el muy ortodoxo presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Carlos Salazar Lomelín, lo único que refleja es un hartazgo y un “choque de trenes” con el presidente Andrés Manuel López Obrador de quien los empresarios parecen estar hartos de sus erráticas políticas que están llevando a México al desastre y la quiebra total.
Sí, estamos ante un “choque de trenes”, a razón de que AMLO no entiende como debe funcionar el país y para que funcione tiene que echarse a andar políticas públicas que den certeza a los hombres del dinero, que son los que, junto con los trabajadores, crean la riqueza nacional.
El “¡no jodan!” refleja el enojo del empresariado mexicano que se niega a la desaparición del outsourcing que conocemos como tercerización y que forma parte esencial del Tratado de Libre Comercio con nuestros socios del comercio, pero que bajo la tiránica mentira de AMLO en el sentido de que “hay corrupción” en las empresas de subcontratación, los estudiosos y obviamente los empresarios usan la lógica, y mire usted como se la plantearon a López Obrador: “para querer quitar una manzana podrida, pues lo que está intentando hacer la autoridad es tumbar los árboles, ¡no jodan!. En vez de quitar las manzanas podridas, pues talan el árbol y nos quedamos sin nada”.
¡Cuánta razón tiene Carlos Salazar!, pues hasta los niños saben que cuando en la canasta hay una manzana podrida o corrupta, como dice AMLO, pues se tira y las demás manzanas quedan en la canasta o en el árbol, pero si el árbol se tala, pues ya no hay manzanas ¡así de fácil! Eso no lo entiende AMLO y el cuento de la corrupción es solamente una tiránica mentira para acabar con las empresas de tercerización que dan empleo en este momento a más de 6 millones de mexicanos y que al desaparecer esa figura de subcontratación, significa trastocar el Tratado Comercial con Estados Unidos y Canadá, a costa de que se tengan que tirar los árboles que dan manzanas. Por lo visto, AMLO lo que quiere es gobernar a una nación miserable, como ocurre en las naciones donde se ha implantado el comunismo y el socialismo barato y tiránico.
Por lo pronto, el “¡no jonda!” del empresariado mexicano se convirtió en un fuerte manotazo que tiene muy, pero muy molesto a AMLO, quien ha decidido postergar la discusión de la desaparición del outsourcing hasta febrero próximo.
El “¡no jodan!” provocaría que Alfonso Romo, titular la oficina de la presidencia de la república le diera respetuosamente las gracias a AMLO y se fue a cuidar sus negocios, pues como puente entre los empresarios de México y el Presidente de la República de nada ha servido porque AMLO tiene un gran enemigo que se llama AMLO que no entiende cómo funcionan los negocios, para que el país funcione.
Alfonso Romo hizo bien en mandar a AMLO a la rechintola y lo mejor será que se dedique como mejor tendero a atender sus tiendas o mejor que las venda porque desde que se convirtió en burócrata, muchos de sus Oxxo se vinieron abajo y en este momento funcionan con una inusitada precariedad en materia de higiene por cuestiones del coronavirus.
Por lo visto, el “¡no Jodan!”, en caso de que AMLO siga montado en su macho podría propiciar que los empresarios de México reculen en materia de inversión en obras públicas para 2021 con un monto presupuestal de más de 500 mil millones de pesos con la finalidad de crear más de 400 mil empleos que oxigenarían a la desastrosa economía mexicana y al gobierno de AMLO que parece naufragar con miras a las elecciones federales de 2021, sobre todo a raíz de la alianza PRI-PAN-PRD que ya comenzó a concretarse en Sonora y cuya finalidad es acabar con la mayoría morenista en la Cámara de Diputados y frenar las ocurrencias de un AMLO que ve hacía el pasado y no hacia el presente.
Obviamente que en esas condiciones AMLO jamás alcanzaría el estatus de “HOMBRE DE ESTADO”.