Rumbo a la derrota
Augusto Corro miércoles 20, Jul 2011Punto por punto
Augusto Corro
- Depurar lista de aspirantes panistas
- ¿Cederán Creel y Vázquez Mota?
- Más del fallido “Rápido y furioso”
Los panistas buscan, sin encontrar, la tablita salvadora para llegar con vida a las elecciones presidenciales del 2012.
Sin embargo, el Partido Acción Nacional ya no podrá escaparse de la derrota.
Son innumerables las fallas que los gobiernos blanquiazules registraron en los últimos diez años del poder en sus manos.
¿Cómo justificar una guerra con 40 mil muertos o más sin resultado alguno? ¿Cómo explicarle a millones de mexicanos de la ineficacia para crear empleos? ¿Cómo hablar de un país con justicia social, si la pobreza crece incontenible?
Estos son los grandes problemas que tienen al PAN en la lona, que no se resolverán en unos cuantos meses.
Así, los jerarcas panistas intentarán participar en la contienda presidencial con un candidato que, por lo menos, represente dignamente a su partido.
Aquí es donde surge el conflicto principal, porque no hay un blanquiazul, con las cualidades suficientes para hacer un buen papel.
La cúpula del PAN desde un principio de la pugna electoral interna aceptó la cantidad en lugar de la calidad de los aspirantes a la candidatura presidencial.
De esta manera surgieron los nombres de por lo menos 11 distinguidos blanquiazules, que en su momento recibió el primer recorte.
Ahora, la lista está conformada por el senador con licencia Santiago Creel; la diputada en funciones, Josefina Vázquez Mota; el secretario de Hacienda, Ernesto Cordero (el delfín), así como los titulares de Educación, Trabajo y Desarrollo Social, Alonso Lujambio, Javier Lozano Alarcón y Heriberto Félix, respectivamente. También se incluye al gobernador de Jalisco, Emilio González.
Los propios panistas piensan que se trata de una lista muy larga y que por esto mismo, los aspirantes reflejan anemia política. Por lo tanto, consideran que es necesario depurar la lista. Esta tarea se la encargaron al líder del PAN, Gustavo Madero.
El dirigente panista se puso manos a la obra en una comida que ofreció a los interesados, les dijo que ellos mismos deben autoeliminarse, a fin de que por lo menos tres participen como aspirantes a la candidatura presidencial. El método depurativo será analizado por los competidores y sus equipos.
Para empezar, Heriberto Félix no estuvo en la reunión. Se debe entender que fue el primero en descartarse.
El número de enanos de “Blanca Nieves” (Moreira dixit) queda en seis. De éstos, cuatro formarán un equipo que encabezará Ernesto Cordero.
Sólo falta resolver la situación del senador con licencia Creel y la diputada Vázquez Mota. El primero encabeza la lista de los panistas más conocidos y la segunda sigue obstinada con ser presidenta, con el apoyo de la derecha fundamentalista.
Del gobernador Emilio González Márquez no se preocupen, se trata de un personaje que no encaja en el guión.
La frivolidad con la que actúan los blanquiazules los tiene en problemas constantes. Supongamos que Ernesto Cordero es el ungido para abanderar al PAN, ¿cómo actuará en septiembre cuando empiece la discusión del Presupuesto de Ingresos y Egresos de la Federación?
Es decir, como precandidato panista Cordero ¿será imparcial en el reparto de los dineros de la nación?
Los panistas saltan de conflicto en conflicto rumbo a la debacle del 2012. Vicente Fox ya olió la derrota y prefiere hacerse a un lado. No asistió a la última reunión en la sede panista. Desde luego, tantas broncas al interior del PAN provocarán el divisionismo natural.
OTRA VEZ RÁPIDO Y FURIOSO
Vaya error de Estados Unidos en la estrategia contra la narcodelincuencia.
Por lo menos, eso se dice del operativo Rápido y furioso con el que las autoridades estadunidenses pretendían llegar a las redes de traficantes de armas a México. No lo lograron y se perdió la pista de mil 800 armas.
La operación resultó un fracaso total. Además, con unos rifles de alto poder fue asesinado uno de los propios agentes aduanales del vecino país, de acuerdo con las primeras investigaciones del caso.
La historia la conocimos hace varios meses: Jaime Zapata, de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) fue ultimado en territorio mexicano.
Por cierto, la familia de Zapata exige ahora al gobierno de Barack Obama detalles de la investigación que se realiza en nuestro país. El abogado de la familia, Raymond Thomas, dijo que los pormenores de lo que le pasó a Zapata tienen que darse a conocer.
Los parientes la víctima desean saber si las armas utilizadas en la muerte del agente formaban parte de las que fueron ingresadas bajo el operativo Rápido y furioso.
El asunto regresa en estos días, porque el director de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos estadounidense (ATF, por sus siglas en inglés) Kenneth Melson, reconoció que, “en al menos un caso, sus agentes dejaron pasar pertrechos de gran calibre a México, cuando pudieron y debieron haberlos interceptado en el contexto de la polémica operación Rápido y furioso”.
El asunto de Rápido y furioso es seguido con marcado interés por los legisladores estadunidenses, quienes no quitan el dedo del renglón de esas acciones ilegales de contrabandear armas México.
Aquí en nuestro país, los encargados de velar por nuestros intereses apenas si intentan exigirle explicaciones a Estados Unidos de su conducta reprobable desde cualquier punto de vista.
¿Cómo quedarse tan tranquilos, cuando las propias autoridades estadunidenses se encargan de armar a los de por sí poderosos cárteles de la droga?
Es tiempo de que México asuma una postura enérgica, para llegar al fondo de todo lo que implica el operativo Rápido y furioso. ¿El contrabando de armas se realizó una sola vez o nada más nos enteramos del último por una indiscreción? ¿Alguna autoridad mexicana podría contestar la pregunta?
Por cierto, quedó en entredicho el funcionamiento de las aduanas de EU y México, que como coladera gigantesca, en ellas pasa de todo, desde armamento hasta drogas.