La talega
¬ Juan Manuel Magaña lunes 10, Dic 2012Política Spot
Juan Manuel Magaña
Cada fin de año, con el gobierno que sea, el país se rasca los bolsillos para saber cuánto tiene para el año que entra. Se producen revelaciones impresionantes. Se ve cómo se dispersa, o debo decir se evapora, el dinero de un país que no ha dejado de ser rico.
Leo a ocho columnas que el gobierno federal destinará 350 mil 386.6 millones de pesos a cubrir el costo financiero de la deuda pública, cuyo pago de intereses -21 mil millones más- crece más que la economía. De entrada, este último monto supera ya el presupuesto solicitado para nueve de las 20 secretarías de Estado en 2013.
Esa ha sido nuestra historia: un continuo deber y pagar, sobradamente. México ha sido un gran negocio para sus acreedores. Y son sus gobernantes quienes lo han empinado. El asunto me recuerda ese chiste sobre López Portillo que va a Washington en un día nevado y que para llegar a la Casa Blanca debió remangarse los pantalones a fin de cruzar y no empaparse en la acera. Una vez en la entrada, su secretario de Hacienda le recomienda que hay que bajarse los pantalones y entonces JLP le responde azorado: ¡Ah, chinga! ¿Pues qué tanto debemos?
Pues así debemos. Los 350 mil millones y pico representan 9.8 por ciento del presupuesto total que se propone el gobierno ejercer en 2013 y que es de 3 billones 576 mil millones de pesos. Una cifra fabulosa, ¿no?
En general, los recursos para cubrir deudas se incrementarán 6.4 por ciento en este año, lo que contrasta con el crecimiento de apenas 3.5 por ciento de la economía nacional previsto para 2013 en el Proyecto de Presupuesto de Egresos 2013.
Otra cifra impresionante que acaba de aflorar es la de que el costo de la corrupción para ciudadanos y empresas en el país equivale a 9 por ciento del PIB. De acuerdo con el informe de una organización no gubernamental denominada Freedom House, cada año la corrupción cuesta poco más de un billón 404 mil millones de pesos.
Tan sólo para darnos una idea de esta cifra: los empresarios evaluaron los daños del vandalismo de 1 de diciembre en mil millones de pesos. ¿Se aprecia claramente la proporción? Y ha sido la guerra contra las drogas lanzada por Felipe Calderón, inmersa en un mar de corrupción, la que se convirtió en el principal factor detrás del deterioro de la gobernabilidad en el país.
Freedom House considera que el combate a la corrupción se mantiene como un enorme desafío en México.
Cita un reporte de Transparencia Internacional, una organización no gubernamental que trata de documentar prácticas de corrupción en el mundo, según el cual en sólo un año los sobornos representan un costo para empresas y personas equivalente a 2 mil 750 millones de dólares, unos 36 mil 300 millones de pesos. Compárese esta cifra con las anteriores.
Y se dice también que el costo es mayor para los más pobres: aquellos que perciben los salarios más bajos tienen que gastar alrededor de un tercio de su ingreso en sobornos. Pero eso si, qué tal les vienen cada año sus aumentotes salariales de dos pesos diarios. O sea 730 pesotes.
Tan solo un punto del PIB equivale a 156 mil millones de pesos, casi la riqueza de un Carlos Slim. Nueve puntos del PIB, es decir, del valor de la economía mexicana, representan aquel billón 404 mil millones de pesos.