Acá tampoco pueden más
¬ Juan Manuel Magaña miércoles 13, Feb 2013Política Spot
Juan Manuel Magaña
No cabe duda que el IFE está que se cae a pedazos.
Es ahora su presidente Leonardo Valdés, que al estilo Ratzinger anunció que mejor ya se irá y que no buscará reelegirse en el cargo en octubre próximo.
Y hay que recordar que apenas hace unos días otro que se fue muy al estilo sorpresivo en boga fue el priísta consejero, Sergio García Ramírez.
Ambos han mostrado que nomás no pudieron llevar el cargo con la dignidad requerida, además de no querer cargar más esa pesada cruz. Total, ahí se lo dejan a Dios, a ver si así el instituto llega a ser un día una institución creíble y respetable por obra de un milagro.
Hace seis años, el otro gris de Luis Carlos Ugalde siquiera se resistió hasta el último minuto a la defenestración.
Pero ahora no es el caso con Valdés Zurita que desde ya cuenta los días de aquí a octubre para emprender la retirada de un IFE que queda en el naufragio del desprestigio.
El señor anunció, el mismo día que el Papa, que también ya se va. Y que lo hará porque simple y sencillamente lo vio feo el diputado perredista Silvano Aureoles, mismo que le dijo que se opondría a su reelección.
Qué piel tan delgada, ¿no? ¿Pues de cuándo acá un funcionario de ese calibre es virtualmente removido por el soplido de un opositor?
Pero así fue. En una carta, Valdés le contestó a Aureoles y sus intimidaciones: “Para su tranquilidad le comunico que he decidido no presentarme a la posible reelección del cargo que con dignidad ocupo… no puedo aceptar someter la evaluación de mi desempeño ante personas tan faltas de objetividad como la que usted muestra ser en la declaración que origina esta comunicación”.
No me quiero ni imaginar que Valdés haya llegado hasta las lágrimas debido a la crueldad de Aureoles, a quien acusó de vulnerar la autonomía del IFE con sus declaraciones y de poner en cuestión la función estatal de la institución que él, Valdés, así no puede defender.
Más patente no puede ser la crisis crónica que no supera el IFE porque desde Ugalde hasta Valdés, esa es la clase de consejeros “ciudadanos” que nuestros diputados nos han endilgado.
Y será en octubre próximo, cuando los legisladores se atrevan nuevamente a elegir a los dizque mejores hombres o mujeres que habrán de sustituir en sus cargos a Valdés, a García Ramírez, a Macarita Elizondo, Francisco Guerrero y Alfredo Figueroa. Entonces se verá de nuevo que esto es puro cuento de nunca acabar.