La inspección educativa
¬ Claudia Rodríguez martes 26, Mar 2013Acta Pública
Claudia Rodríguez
El sustantivo propio con el que se nombra a esta colaboración, es justo el título del cuento autoría del uruguayo Horacio Quiroga que me recuerda los días que vivimos en México, donde el poder del Estado hace valer el mismo y mide consecuencias en pro, nunca en contra para su futuro.
Juan Darién es un cuento trágico, de angustia y mucho drama.
La historia del cuento narra como un tigre con forma y pensamiento de hombre se cría y educa entre los hombres. Pese a que Juan convivía con los de su pueblo no era apreciado por los que ahí poblaban.
La parte angustiosa del relato se inicia justo cuando un inspector de Educación llega a la escuela de Darién y nota en él unos ojos de animal salvaje, por lo que decide que cada alumno describa a la selva en donde se enclava la comunidad que visita, con la finalidad de que cuando toque el turno a Juan, éste pueda certificar que la narre con la perspectiva de un animal salvaje. Al turno de Darién con su reseña del medio, da elementos al inspector para confirmar sus sospechas y decide matarlo, sin que Juan lo imagine siquiera.
Darién se sabía odiado por todos los hombres del pueblo, aunque no entendía el porqué, incluso cuando llegan por él para exponerlo, echarlo a los perros, apedrearlo y es, hasta con un hecho incidental, les permite a sus seguidores acusarlo de robo.
A Juan se le hace una hoguera con fuegos artificiales y sin saberlo los hombres quienes sí logran ver que se ha convertido en un tigre que creen muerto, lo dejan en la selva pensando que han dejado libre el pueblo de amenazas salvajes.
Sin embargo, Juan regresa como tigre ya no como un niño humano…