Wall Street Journal y Bloomberg radicalizan la energética
Roberto Vizcaíno jueves 7, Nov 2013Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- El líder nacional del PRI negó que existan tales negociaciones: nada ha cambiado de lo que se presentó, afirma
- El PRD se levanta de la mesa de diálogo de las reformas política y energética, mientras no se aclare el asunto
- Gustavo Madero había reiterado horas antes que su partido va por la apertura total de Pemex
No es la primera vez que ocurre, pero la información manejada ayer por el diario norteamericano The Wall Street Journal y la Agencia Bloomberg podría echar a pique la reforma del sexenio: la energética.
Y llevarían a la negociación de PRI, PAN y gobierno en el Pacto por México a un nivel de inviabilidad.
Con el encabezado de “México evalúa una reforma más ambiciosa del sector energético”, y sin especificar fuentes, los dos medios afirman:
“El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, está negociando una reforma más ambiciosa a las leyes energéticas nacionalistas del país que su propuesta inicial del trimestre pasado. Este cambio podría colocar a las leyes mexicanas a la par con otros productores petroleros de peso y probablemente atraería mucho más interés por parte de las petroleras privadas.
“Altos representantes del gobierno y miembros importantes del conservador Partido de Acción Nacional (PAN) se encuentran en negociaciones avanzadas para sellar un acuerdo que permitiría al Estado mexicano compartir la producción petrolera así como conceder contratos de licencia diseñados para acceder a depósitos de gas de esquisto y crudo en aguas profundas, según tres personas que participan en las conversaciones, si bien advirtieron que sigue habiendo obstáculos en el camino”.
La reacción fue inmediata: el PRD en el Senado anunció que se levanta de las mesas de negociación de la reforma energética y de la política, en tanto el gobierno de Peña Nieto, el PRI y el PAN no expliquen si es cierto o no que existe una negociación entre ellos sobre este tema.
Diputados federales del sol azteca indicaron que una negociación de esta profundidad es inadmisible mientras que Andrés Manuel López Obrador señalaba que esa negociación simplemente no tiene futuro porque él encabezaría un movimiento de tal magnitud que la hiciera inviable.
A su vez, el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas señaló que una negociación de este alcance llevaría al gobierno, al PRI y al PAN a aprobar un saqueo petrolero.
NO ES CIERTO
Quien salió a desmentir el asunto fue el dirigente nacional del PRI, César Camacho, quien enfáticamente dijo:
“No, en absoluto… lo del planteamiento que hace el presidente Enrique Peña a su iniciativa (energética) presentada hace varias semanas, es exactamente el mismo que de origen hemos difundido.
“De modo que sigue el Senado, a través de diversos mecanismos, consultando expertos, abriendo espacios de participación para escuchar a quienes mucho tienen qué decir a propósito de la inaplazable reforma energética, pero exactamente en los principios originalmente planteados por el presidente Enrique Peña Nieto, que es la posibilidad de la utilidad compartida con el capital privado”, indicó.
QUIEREN UNA EXPLICACIÓN
Sin embargo el coordinador de los senadores del PRD, el poblano Miguel Barbosa, -quien estuvo acompañado por varios de sus compañeros de bancada-, indicó que en tanto no haya claridad en este asunto, su grupo se levanta de las mesas de diálogo y analiza la posibilidad de irse de todas las negociaciones que se tienen con PRI y PAN y con el gobierno de Peña Nieto.
“Hemos decidido levantarnos de la mesa de la reforma política. El grupo parlamentario del PRD en el Senado se levanta de la mesa de negociación sobre reforma política, hasta en tanto se nos aclare si esta versión tiene o no sustento.
“No vamos a contribuir a que se esté construyendo un acuerdo sobre reforma política para poderle acomodar al PRI y al PAN su relación y que esté resuelta en un acuerdo entre ellos, una reforma energética de estos alcances.
“Así es que es la decisión que hemos tomado y el siguiente paso es analizar también levantarnos de todas las mesas de negociación que hay aquí en el Senado por un acuerdo oculto que no se lleva a cabo en el Senado de la República. Ese es un agravio al Senado.
“De ser cierto, se está construyendo este acuerdo fuera del Senado de la República, fuera del alcance y la opinión de los integrantes de este órgano del Congreso de la Unión, fuera del país, con intereses de aquellos que tienen que, desde su visión, venir a invertir bajo estas condiciones de seguridad constitucional que le están exigiendo al gobierno aquellos inversionistas.
“Así es que queremos la versión del gobierno, la versión del grupo parlamentario del PRI, la versión del grupo Pprlamentario del PAN acá en el Senado, que son quienes tienen que tener la conducción de la negociación en este asunto legislativo. Y que se nos diga si esta versión tiene sustento o no”, indicó el perredista.
LA NOTA
En su información, The Wall Street Jaournal y Bloomberg indica que el presidente Enrique Peña Nieto “hizo historia hace unos meses cuando se convirtió en el primer presidente mexicano en muchas décadas en proponer formalmente un cambio a la Constitución para poner fin al monopolio del Estado sobre el gas y petróleo”.
Esta propuesta tiene mayor valor cuando se conoce la historia de la expropiación petrolera que ha propiciado un sentimiento muy fuerte entre los mexicanos.
“Cualquier intento de revertir a una industria petrolera más convencionalmente comercial es visto como algo polémico aquí, y en meses recientes ha impulsado a miles de personas a manifestarse en protestas organizadas por los políticos de la izquierda”, indican los medios.
Consciente de este sentimiento popular, agregan, Peña Nieto sólo propuso ir a contratos de ganancias compartidas con empresas privadas.
Pero, “bajo la nueva propuesta, el gobierno podría utilizar contratos diferentes…”, entre ellos “los de producción compartida -en que la producción se reparte entre el Estado y la empresa privada- (y) podrían usarse para campos más riesgosos”.
La explosiva información indica que otro esquema que están analizando los negociadores del gobierno y el PAN es de “un tercer tipo de contrato de licencia para los campos en aguas ultraprofundas y gas de esquisto, en los que la empresa controlaría el petróleo tras pagar regalías e impuestos”.
Bloomber y The Wall Street Journal revelan un comentario de Tim Samples, profesor de estudios legales y experto de la industria petrolera en la Universidad de Georgia quien supuestamente enterado de los alcances de esta negociación secreta entre el gobierno y el PAN, dijo: “Personalmente estoy un tanto sorprendido de que vayan tan lejos. Si esto es lo que sucede, lo consideraría significativo, a diferencia de las reformas diluidas del pasado”.
Si se confirma esta negociación y la reforma energética es aprobada con esos alcances, entonces México pasaría de ser un mercado energético controlado por una sola entidad —Pemex-, a un mercado basado en la competencia, en que las empresas privadas podrían explorar y producir hidrocarburos por su cuenta, bajo un contrato con el Estado mexicano. Esto también aplicaría a Pemex, que seguiría siendo un importante jugador estatal con derechos preferentes para presentar ofertas por bloques petroleros”, indican ambos medios.
Recuerdan que México es hoy el noveno mayor productor de petróleo en el mundo y que los geólogos creen que cuenta con los cuartos mayores depósitos de gas de esquisto.
Explican que la producción petrolera del país ha caído 25 por ciento durante la última década para llegar a 2,5 millones de barriles diarios a pesar de que Pemex ha quintuplicado su inversión durante ese período para llegar a los 20 mil millones de dólares anuales.
EL PAN EN ESA LÍNEA
Esta información surge apenas un días después de que el presidente del PAN, el chihuahuense Gustavo Madero advirtiera en conferencia de prensa que su partido iría a buscar en las mesas del diálogo la aprobación de la iniciativa total presentada por él y otros legisladores y que plantea una apertura absoluta a la participación privada en Pemex.
Al final esta posición coincide con los puntos clave de la información distribuida por The Wall Stree Journal y la agencia Bloomberg.