Senador sinvergüenza, sin palabra y con ayuda
¬ Juan Manuel Magaña jueves 24, Abr 2014Política Spot
Juan Manuel Magaña
Ayer, antes del cierre de esta edición, los informes provenientes del Senado indicaban que el senador panista Javier Lozano había sido frenado en sus desvergonzadas intenciones de imponer un dictamen personal sobre el proyecto de leyes secundarias de la reforma en telecomunicaciones del Ejecutivo, que él mismo contribuyó a redactar. Pero resultó que no, no del todo.
En este espacio hablamos ayer de cómo dicho senador fue duramente criticado y exhibido durante más de tres horas por senadores no sólo del PRD y del PT, sino del propio PAN, pues está más que documentado el serio conflicto de intereses en el que Lozano se encuentra.
El propio senador tuvo que retroceder en la imposición de su dictamen, aceptar uno nuevo propuesto por el PRD y comprometerse a reponer el procedimiento en comisiones para que de la discusión de ambos dictámenes y otros materiales surgiera por fin uno auténtico.
Pero además de no tener vergüenza, demostró que tampoco tiene palabra… aunque, eso sí, mucha ayuda.
Resultó que anoche, los presidentes de dos de las tres comisiones dictaminadoras de las leyes reglamentarias en telecomunicaciones, es decir, el panista Lozano y la senadora del PRI Graciela Ortiz, citaron a reunión este jueves para discutir y votar ya el proyecto de dictamen elaborado por el panista.
Tenía que ser. Esa decisión la tomaron Lozano y Ortiz en un encuentro a puerta cerrada en el que les valieron gorro las críticas por las violaciones al reglamento del Senado y dieron marcha atrás a la promesa de reponer el procedimiento.
Incluso la priísta Graciela Ortiz se opuso a que estuvieran presentes en esa sesión reanudada los medios de comunicación.
‘‘Háblenle a la prensa para que armen otro circo’’, respondió la priísta a la presidenta de la Comisión de Radio, Televisión y Cinematografía, la perredista Alejandra Barrales, cuando ésta pidió que la reunión fuera abierta, como había sido la de la mañana en la que los legisladores pusieron como dado a Lozano por todas sus trapacerías.
Frente a ello, otro senador panista, Javier Corral Jurado, advirtió que se había impuesto el desaseo procedimental y que ahora el PRI y sus aliados no vacilaban en pasar por encima de las normas del Congreso para beneficiar a las televisoras.
En suma, Javier Lozano y Graciela Ortiz bailaban al son que le estaban tocando en otro lado.
Corral dijo incluso que Lozano simplemente engañó con que discutirían su propuesta en 48 horas para fijar una postura, además de que éste iba en contra de la posición que al respecto tienen la dirigencia de su partido y la mayoría de los senadores panistas.
El coordinador de senadores perredistas, Miguel Barbosa dio el dato de que ni Lozano ni Ortiz presentaron argumentos y solamente impusieron la ruta de aprobación del documento elaborado por el panista, es decir la ruta del albazo, a pesar de que en el encuentro de la mañana quedó claro que no era un proyecto de la Comisión de Comunicaciones y Transportes, que Lozano preside, dado que no tenía el aval de los secretarios y demás integrantes de ese órgano. Barbosa, advirtió que, aunque hoy está prevista la reunión de las Comisiones Unidas de Comunicaciones y Transportes, no se votará el proyecto de dictamen de Lozano.
Y no es un simple deseo, pues van a ser los propios correligionarios de Lozano quienes sepulten un dictamen que, ya decía Barbosa, nació muerto.
Lozano provocó, simple y sencillamente, una fractura en las bancadas de senadores y diputados de su partido. Decíamos ayer que la vergonzosa derrota en el Senado de Lozano anticipaba la derrota del proyecto de leyes secundarias en materia de telecomunicaciones presentado por el Ejecutivo. Y así va a ser.