¿Continuidad?
¬ Juan Manuel Magaña miércoles 12, Sep 2012Política Spot
Juan Manuel Magaña
Quizá haya sido fácil para Enrique Peña Nieto definir objetivos de gobierno, pues le bastó plantear el otro día que hará precisamente todo lo que no hizo o hizo mal Felipe Calderón.
Ante líderes políticos, sociales, empresariales y religiosos, destacó qué quiere: reducir la inseguridad, con énfasis en abatir los (aterradores) niveles de violencia; pugnar por un mayor ritmo de crecimiento económico (estancado); replantear la política social para abatir los niveles de pobreza (desbordada) con un esquema de corresponsabilidad (que quién sabe qué sea); enfatizar (¡?!) en la política educativa (desaparecida), y reposicionar el liderazgo (perdido) de México en el mundo.
Peña acierta en la temática (las acotaciones entre paréntesis son mías), y por eso no me explico cuál es la continuidad que todavía Calderón espera que haya en el próximo sexenio. Ahí está su desastre, a nada le atinó.
Y lo que son las cosas, Peña Nieto prácticamente coincidió con el rector de la UNAM, José Narro Robles, quien aseguró casi al mismo tiempo, que “a México le duele todo”.
Y hasta casi en los mismos conceptos: “Le duele la desigualdad social y económica, la injusticia, la ignorancia, los problemas de antes y los de ahora – dijo Narro-. Por ello, el país requiere de un viraje sustantivo que lo lleve a resolver sus conflictos y que garantice la justicia social”.
Aquí es donde uno se pregunta ¿pues qué supo hacer Calderón? Y todavía así, como parte de una pensión vitalicia, va a conservar a su servicio a casi 70 militares y a veintitantos empleados administrativos. ¿Para qué? ¿Qué, va a andar por el mundo seguido de esa nube de personas? ¿Ora para qué va servir? ¿Se lo merece?
Por cierto, Narro describió los varios lustros en que México ha vivido estancado y no avanza en lo económico, ni resuelve sus problemáticas sociales. Explicó: “El camino por el que la nación ha transitado durante las décadas recientes no nos ayuda a resolver los problemas de siempre, tampoco los de nuevo cuño y menos anticipar los que ya tenemos enfrente”.
Por eso, es interesante saber cómo hará Peña lo que fácilmente se propone.
Se entiende que ni de lejos tendrá que ver con una continuidad de nada. Pero para ser justos esa continuidad que pide Calderón es la de Fox, de Zedillo, de Salinas y de Miguel de la Madrid, que siguieron el mismo camino, sólo que Felipe se voló la barda.
Y es de ese tamaño el giro que tendría que dar el nuevo sexenio, romper con una inercia de 30 años.