Una esperanza, la mesa de diálogo del conflicto magisterial
¬ Mario San Martí viernes 24, Jun 2016Consensos y disensos
Mario San Martí
- Bloqueos carreteros, muestra de que siguen los equívocos en Oaxaca
- No se trata de imponer, ni de romper el orden establecido
En nuestra anterior entrega reflexionamos sobre los equívocos cometidos entre las partes en conflicto que han dado origen a una situación de crisis en el estado de Oaxaca, donde responsables debe haber en ambos lados y que de no poner cabeza fría en este asunto los perdedores no serán ellos sino todo México.
Pero en medio del caos que aún continua en Oaxaca, vemos como un acierto el hecho de que se haya instalado una mesa de diálogo entre la parte gubernamental y dirigentes de la CNTE, porque si algo quiere la sociedad en general, en lugar de más muertos y heridos, en lugar de más actos de vandalismo y bloqueos carreteros, en lugar de más división social, es que se restablezca el orden y se devuelva la tranquilidad y la paz en Oaxaca, así como en Michoacán, Chiapas, Guerrero y la Ciudad de México, donde sus habitantes ya no queremos expresiones de violencia en ninguna de sus manifestaciones.
Lo dijimos y lo reiteramos, en estos lamentables acontecimientos, donde la violencia escaló hasta llegar a los muertos, hubo muchos equívocos.
Del lado del gobierno, porque envió a policías armados a contener una manifestación social, y del lado de los manifestantes porque nadie les cree que esperaron a los cuerpos encargados de restablecer el orden con un ramo de rosas.
Lamentablemente y de ello han dado cuenta diversos reportes periodísticos, en cada manifestación de los integrantes de la CNTE se registran robos y saqueos a establecimientos mercantiles; hay quema de carros y autobuses del servicio público; hay vandalismo y agresiones contra oficinas gubernamentales; hay grafiteo a monumentos históricos, eso y mucho más.
En la lucha magisterial son los palos, los cohetones, los petardos, las bombas molotov y los encapuchados, los que han hablado a nombre de la educación, en tanto que los maestros han pasado a segundo término y en sus demandas son los intereses políticos y personales de sus dirigentes los que se han impuesto. Esa es la realidad.
Todo mundo conoce que la lucha de la CNTE, si así se le puede llamar, no nace con la reforma educativa, no ahí están los registros de sus movimientos violentos de años atrás y lo mismo pelean canonjías sindicales que puestos públicos y todo eso lo hacen con la bandera de muchas necesidades que sin duda existen en diversas partes del país, pero que en ningún caso se debe justificar sus métodos violentos para alcanzar sus objetivos.
Lo que el domingo rojo sucedió en Nochixtlán, Oaxaca, no debe volver a pasar, por eso es que en medio del caos vemos con esperanza que la mesa de diálogo que se ha instalado en la secretaría de Gobernación sea una mesa para alcanzar acuerdos, para que la voz de los maestros sean escuchadas por quienes antes se las negaron y los negaron, sí, estamos de acuerdo en ello, pero en ese mensaje gubernamental también debe haber un guiño de la otra parte, y eso debe iniciar con el desbloqueo carretero que está estrangulando la economía oaxaqueña y está paralizando la libre movilidad de sus habitantes.
Eso por un lado, pero será un equívoco mayúsculo si los paristas insisten en querer derogar la reforma constitucional que dio vida a un nuevo y ambicioso plan educativo, plan que ya se aplica en la mayor parte del país, y en el que ya no hay vuelta de hoja en lo referente a la cancelación de plazas de maestros con carácter hereditario, puesto que hoy quien quiera ser maestro tiene que capacitarse para serlo; tampoco se debe confundir la evaluación con esquemas de despidos laborales, porque todos los maestros tienen las mismas oportunidades de capacitación y de esa forma elevar la calidad educativa de sus alumnos, en esto último una y otra vez se ha repetido que no hay despidos, lo que hay es capacitación.
No debe haber pasos atrás en la implementación de la reforma educativa, no porque está es el resultado de una consulta nacional y de reflexión en diversos foros temáticos; no, porque además del consenso mayoritario de una población que aspirar a elevar la educación del país, el Congreso de la Unión, con más de las dos terceras partes de sus integrantes, aprobó el contenido y espíritu de la iniciativa, que por cierto fue también el resultado de un acuerdo político entre las principales fuerzas políticas de la Nación.
Hay esperanza en la mesa de diálogo que encabeza el titular de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, pero esa esperanza empieza a desvanecerse cuando nos enteramos que en Oaxaca, en Chiapas, en Guerrero y Michoacán siguen los bloqueos, las manifestaciones violentas, lo que de alguna manera deja ver que detrás de la dirigencia de la CNTE hay un trasfondo político.
No les interesa el sector educativo, hay otros fines y si nos apuran diremos que son de tipo electoral.
Ya son muchos equívocos en este conflicto, en una mesa de negociación se llega a eso, a negociar, pero nunca se sienta uno para imponer o querer romper un orden institucional establecido, y eso lo saben los mediadores en este conflicto, ojalá que haya cordura y cabeza fría en esa mesa, México y los mexicanos lo agradeceremos.